Existen distintas variedades de Braco: alemán, austriaco, francés, húngaro e italiano; siendo la más común el Braco Alemán. Estos perros fueron desarrollados en Alemania en el año 1800, con la finalidad de utilizarlos para la caza. Es una de las razas más eficientes para esta tarea. No sólo tiene un excepcional olfato, sino que también distingue entre pelo y pluma. Tiene un coraje que lo lleva a enfrentarse incluso a animales como el jabalí.
Son animales especialmente inteligentes, por lo que pueden ser muy buenos perros de compañía. A pesar de ello, sus aptitudes especiales para la caza, lo hacen bastante inquietos y están constantemente atentos a los estímulos externos.
Debido a que es de un gran tamaño y más bien inquieto, no se recomienda para convivir con niños, pero es especial para personas activas, que los puedan sacar a pasear varias veces al día y ojalá ejercitar junto a ellos.
Si bien, no se trata de una raza agresiva, no es afectuoso con los desconocidos y debido a su exceso de energía, no son muy obedientes, pero con un correcto entrenamiento eso se puede mejorar, ya que destacan por su inteligencia.
El Braco también es muy protector de su familia, pero recuerda que debe vivir en espacios grandes, ya que si tienes un patio pequeño y no lo sacas frecuentemente a hacer ejercicio, puede volverse bastante destructivo.
Gozan de buena salud, por lo que con los cuidados normales de cualquier can, van a mantenerse muy sanos. Por supuesto, se recomienda el control periódico con su veterinario, quien indicará el tipo y cantidad de comida que requiera según su gasto energético.