Muy parecido al Pekinés, el Chin o Spaniel Japonés es un canino que, como su nombre indica, proviene de tierras orientales. Es un perro muy pequeño y reconocible, que no alcanza a superar los 27 centímetros de alto y a pesar más de 5 kilogramos. Muchas veces suelen ser comparados con gatos, no sólo por sus dimensiones, sino que además les encanta posarse sobre superficies y muebles ubicados en altura.
Si bien normalmente posee colores blanco y negro en su pelaje, también existen ejemplares con tonos rojizos en sus orejas y parte posterior del cuerpo. Su carácter es muy activo, cariñoso aunque autoritario: le gusta que las cosas resulten a su manera. Sin embargo, suele ser muy fiel con sus dueños y les encanta pasar tiempo con ellos.
Como la mayoría de los perros pequeños, no tienen problemas en vivir en interiores o departamentos, les encanta pasear en brazos y asistir a la peluquería y al veterinario, aunque, al igual que cualquier perrito, necesita pasear frecuentemente, aunque tenga patio. Les gusta jugar con niños, pero se debe ser cuidadoso con aplastarlo y abrazarlo con brusquedad: se hostigan y desesperan.
Una de las características más curiosas de este animal, como ya dijimos, son sus similitudes con las gatos. Comportamientos como usar cajas de arenas, dormir largas horas y limpiarse a languetazos, son típicos de un Spaniel Japonés.
Es importante saber que el Chin en promedio no vive más de 14 años. Sus problemas de salud están asociados con dificultades cardíacas y problemas respiratorios ligados a su corto hocico.
Este bello ejemplar de perrito es un perfecto acompañante para personas tranquilas, que disfruten de tardes acostados junto a él y lo lleven a pasear, caminando o en un bolso, como el más regalón.