¿Puedes creer que todavía hay gente que piensa que los animales no tienen sentimientos ni pensamientos? Este video prueba todo lo contrario.
Este oso, uno de los animales residentes del Zoológico de Budapest, demostró más humanidad que cualquier humano. Cuando estaba en mitad de su comida, de pronto notó que algo se agitaba en su tanque con agua. Cuando se asomó a mirar se dio cuenta de que era un cuervo que intentaba elevarse, pero sus empapadas alas no se lo permitían. Entonces, el enorme y peludo oso se olvidó de su condición de omnívoro y, viendo que el ave se ahogaba, se compadeció de ella y la sacó del agua.
El cuervo no entendía qué pasaba y por un momento permaneció inmóvil, pensando, quizás, que su potencial depredador le había salvado la vida. El oso, por su parte, parece que no le dio mayor importancia a su azaña y siguió saboreando su deliciosa fruta.
¿Aún crees que los animales no sienten?