Si te has encontrado con un perro de mirada dulce, orejas grandes y atentas, semejante a un zorro, seguramente has estado ante la presencia de un Kelpie australiano. Estos hermosos canes, fueron creados especialmente para la tarea del pastoreo en Australia, para adaptarse a espacios grandes, mucho calor y un rebaño bastante hostil.
Provienen de los Collie del Norte de Inglaterra, que fueron exportados a Australia y ahí habrían sido adaptados hasta llegar a la raza que conocemos como Kelpie.
Los Kelpie, son perros grandes y fuertes, llegan a medir entre 43 y 50 cms, y pesar entre 12 y 22 kilos. Su color, puede variar entre negro, rojo, azul o leonado. Su cabeza es semejante a la del zorro, pero tiene unos hermosos ojos almendrados. Además, su pelaje es especialmente resistente a la lluvia.
Cuando te enamoras de uno de estos canes y piensas en llevarlo de mascota a tu casa, debes tener en cuenta, que debido a su origen, no es la mejor idea mantenerlo en lugares pequeños, ya que necesitan hacer ejercicio constante y están acostumbrados a trabajar, por lo que su energía contenida lo puede convertir en un perro muy destructivo de tu jardín.
Si cuentas con el suficiente espacio y logras mantenerlo activo para gastar sus energías, es una raza fácil de adiestrar, muy cariñosos y leales con sus dueños.
A pesar de ser bastante sanos, los Kelpie pueden presentar problemas en la retina con más frecuencia que otras razas, pero con el correcto control periódico con tu veterinario, no debería presentar mayores problemas.