Los gatos siempre serán los reyes de la casa, y los perros lo saben. Ninguno de los dos parecen estar conscientes de sus tamaños, es por esto que, mientras el gato se acuesta donde quiere, el perro lo hace donde puede, y sin protestar. Si su hermano felino se acostó en su cama, ellos apenas tratan de disuadirlos y cuando comprueban que no lograrán nada tratando de sacarlos por la "buena" (porque claro, no quieren enfrentarse a un rival tan feroz), prefieren buscar otro lugar donde descansar. A veces se van a la cama del gato, donde con suerte les cabe la mitad del cuerpo, otras, simplemente se quedan al lado, derrotados. Y en contadas ocasiones, deciden compartir (eso siempre y cuando el gato decida ser generoso con su hermano can). No se pierdan este compilado con todo tipo de casos de gatos ladrones de camas.
Gatos le roban la cama a perros (video)
Publicado
por
Alejandra Escobar