Muchas personas que hemos adoptado perritos y gatitos sabemos que existe un sanguinario enemigo que ataca en silencio cada cierto tiempo: garrapatas. Un protuberante parásito que escala desde la hierba para posarse entre el pelaje de tu regalón y chuparle la sangre hasta sentirse satisfecho.
Menos conocidas como Ixodoidea, las garrapatas esperan a su víctima perfecta para luego no soltarla más. Éstas perforan la piel de su víctima con sus "patas" (quelíceros) y se agarran con una especie de pegamento que les facilita el proceso. Más allá de la anemia que pueda padecer tu mascota en un caso extremo, el gran peligro que corre el animal o humano que entre en contacto con la garrapata es el de contagiarse alguna enfermedad tal como el Tifus, Meningoencefalitis o la Enermedad del Lyme.
Aprende a quitar una garrapata
Si ves que uno de estos "bichitos" está agarrado de tu pierna o cuelga desde las orejitas de tu perro, lo primero que debes hacer es calmarte y no retirarla de golpe. Es importante que la garrapata no se reviente ni despedace sobre la piel, es por ello que usar alicates o los dedos no suelen ser la mejor opción.
Para retirarlas utiliza una pinza agarrándola a lo ancho de su cuerpo. Luego tírala con suavidad procurando que no queden pedazos de "patitas" enterradas en la piel. Sólo un trozo de su cuerpo puede provocar una terrible infección en la víctima o el contagio de alguna de las más de 16 enfermedades producidas por las garrapatas.
Si la quitas con fuerza, aparte del riesgo a infectarte de enfermedades, dejarás heridas en la capa de tejido con sangrado y dolor. Recuerda que debes tener paciencia (y estómago) para quitarla: puedes tardar hasta un minuto en esta labor.
Si bien existen más de 800 tipos de garrapatas distintas, todas pasan por los mismos ciclos biológicos: primero huevo (acumulados en una especie de "bolsa" en la hembra), luego larva, ninfa y finalmente la garrapata madura. En el primer caso -hembra con huevos- debes quitarla desde las patas sin pasar a llevar los huevos que lleva sobre ella.
Si tienes que retirar más de una garrapata, puedes acumularlas dentro de una servilleta o toalla, para después quemarlas en un lugar alejado a los sectores más concurridos de tu casa. No sirve tirarlas a la basura o por el lavaplatos, tienes que eliminarlas por completo para que no queden huevos. Una vez terminado el proceso, es recomendable ver a un doctor y/o veterinario para que te ayude a desinfectar tu patio y pertenencias.