La ballena azul es el animal más grande de la tierra. Es la reina en cuanto a tamaño, ya que puede llegar a medir entre 24 y 27 metros. Sin embargo, su poderío casi fue eliminado, a manos de los seres humanos, debido a la caza indiscriminada de su especie, pues su único depredador natural es la orca y es muy raro que ambos se encuentren. Debido a aquel comportamiento humano, en 1966 la comunidad internacional comenzó una campaña que detuviese la “caza para fines científicos”, ya que la población de la que se tenía registro se había reducido drásticamente llegando solo a los 2000 mil ejemplares. Como la mayoría de las ballenas gigantes, habita en aguas frías, por lo que el Ártico y la Antártida son sus puntos habituales de llegada cuando realizan sus viajes de emigración. Es por esto que nuestro país es uno de los lugares del mundo que es parte de la ruta ballenera en la que se aprovecha de realizar avistamientos y estudios para conocer más de su comportamiento debido a la baja temperatura de nuestras aguas.
Este gigante marino es de color gris azulado y en su vientre tiene tonos blancos. A pesar de que su peso bordea los 170 kilos es un animal muy veloz dado el tamaño de sus aletas. Este mamífero suele andar en solitario y cuando se logra divisar a más de uno junto, resulta ser una madre con su cría. El periodo de gestación de las hembras es de entre 10 a 12 meses. Al nacer, los ballenatos beben unos 380 litros de leche, aumentando en casi 500 gramos por semana y ya en su etapa adulta suelen alimentarse de 40 kilos de krill que lo consumen cuando realizan sus inmersiones por cerca de 6 minutos, ya que una ballena solo puede durar 20 minutos bajo el agua para volver a la superficie a respirar.
Este gigante acuático tiene un canto muy particular que utiliza para comunicarse bajo el agua y que es de largo alcance. Sin embargo, su canto se apaga cuando la ballena azul llega a los 80 años y deja de existir.