En Corea del Norte, dos millones de perros son capturados cada año por la industria de la carne para convertirse en comida para las personas. Es por esto que la organización Humane Society International (HSI), luego de negociar con una de estas empresas, logró liberar a más de 100 perros que se encontraban en sus corrales, salvando entre ellos a Pocket.
Se trata de uno de los perros que se salvó de convertirse en comida en Corea del Sur y que fue adoptado por una familia en Estados Unidos. Mira la reacción de Pocket al tocar con sus patas, por primera vez, el pasto verde.