La mayoría de los perros entra en pánico con los fuegos artificiales y con las tormentas estruendosas que provocan truenos. Esto les produce demasiada ansiedad, lloran, intentan arrancar sin saber para dónde y nosotros terminamos sufriendo con ellos porque pensamos que les puede pasar algo, o que pueden arrancar de tanto susto.
Por lo general, cuando en algún lugar está previsto el lanzamiento de fuegos artificiales o va a haber alguna tormenta importante, tenemos algún tiempo de aviso que nos permitirá preparar un ambiente ideal para que nuestra mascota se quede ahí mientras pase el evento. Algo así como un “refugio anti fuegos artificiales”.
Para esto, debemos elegir un lugar de la casa, ojalá el que más aísle el ruido y ahí prepararemos su fortaleza. Vamos a poner sus juguetes favoritos, su cama, agua, comida y los encerraremos ahí hasta que termine el “peligro”. No se trata de castigarlos, sino de protegerlos de algo a lo que ellos temen exageradamente, pues recordemos que ellos no saben de qué se trata y los ruidos son muy fuertes. Podemos acompañarlos mientras tanto y jugar con nuestro perrito, siempre con esta habitación bien cerrada. Además, podemos poner música o encender la televisión (¡mientras no sea justo el canal que está transmitiendo los fuegos artificiales o la tormenta!). Debemos hacer que este momento sea alegre, casual, no hacerle cariño como teniéndole lástima o tratándolo como si fuera débil y frágil, pues con esto creerá con razón que algo malo está pasando y que se encuentra en peligro, por lo tanto, sentirá más miedo y seguirá asociando los ruidos de fuegos artificiales y tormentas a algo apocalíptico. Juguemos con él y hagamos que se sienta cómodo y protegido.
Si no queremos encerrarlo cada vez que ocurran estos sucesos, podemos entrenarlos nosotros mismos para que se acostumbren al ruido de los fuegos artificiales y las tormentas. Aunque no lo creas, no es muy difícil, sólo requiere constancia y paciencia, ni siquiera te tomará mucho tiempo.
Lo que vas a hacer, es buscar grabaciones de fuegos artificiales y tormentas y durante varios días la vas a reproducir como si estuvieras escuchando tu canción favorita, pero a un volumen mínimo, casi imperceptible, ¡esto es muy importante! Vas a jugar un rato con tu peludo mientras se escucha la grabación. Utiliza sus juguetes favoritos, ríete con él, ráscale el estómago, hazle cariño, pasen un buen rato “regaloneando”. Al otro día, repetirás la acción, pero subirás un poco el volumen. Al tercer día, lo mismo y nuevamente subirás el volumen. Siempre con mucho cuidado de no ver a tu perro estresado. Si de pronto lo notas ansioso, baja el volumen y al día siguiente continúen donde quedaron. Va a llegar un momento en el cual él se acostumbrará a este tipo de ruido, lo encontrará normal y los enfrentará de mejor manera cuando ocurran, incluso pasarán desapercibidos para él. La clave de este entrenamiento es la perseverancia, ya que puede tomar semanas o incluso meses. Pero, ¿qué son diez minutos al día jugando con tu perro? La única diferencia, será que de fondo se escucharán estas grabaciones y las deberás ir aumentando de volumen.
Ver a nuestros amigos caninos tranquilos y felices va a ser una gran recompensa y alivio para nosotros también, así que si vives en una zona demasiado festiva o muy propensa a las tormentas, comienza desde ahora y ya verás cómo funciona.