Chiloé es una tierra mágica y hermosa, que nos encanta con sus paisajes y la diversidad de vida que alberga. Por su condición de isla, allí podemos encontrar animales únicos, como distintas aves nativas, al zorro de Darwin, el pudú, lobos marinos, toninas, y ocasionalmente ballenas, los cuales encuentran un espacio en este delicado ecosistema. Además de esta increíble fauna natural, el archipiélago cuenta con un amplio bestiario originado culturalmente; allí cobran vida diversas criaturas mitológicas, cuyas formas y características evocan tanto a la naturaleza misma, como a la magia y otros fenómenos sobrenaturales. En esta entrada conoceremos a una de estas míticas criaturas: el Camahueto.
El Camahueto: nuestro propio unicornio chilote
Este animal mitológico se distingue por tener la cabeza de un ternero, un pelaje brillante con tonos verdosos, y un gran tamaño y fuerza. Su principal característica es tener un único cuerno dorado que le crece en la frente, de manera similar al unicornio. Algunos le atribuyen un cuerpo completo de vacuno, mientras que en otras versiones sus extremidades posteriores son como las de un lobo marino, pues su madre proviene del mar.
Los camahuetos nacen de una vaca marina (también mitológica), o de un fragmento del cuerno de otro camahueto. Se desarrollan por años bajo tierra, en los ríos y pantanos, o al interior de cerros cercanos al mar. Cuando han crecido lo suficiente emergen bruscamente de las profundidades, emprendiendo una desesperada carrera para dirigirse al mar, el que es su hogar definitivo. Con su poder descomunal destruyen todo a su paso, partiendo la tierra con su cuerno, arrastrando rocas y troncos de árboles, y pudiendo además cambiar el tiempo a su antojo. Tras esta migración el terreno cambia abruptamente, apareciendo surcos, riachuelos, elevaciones o hundimientos, por lo que muchas viviendas y sembradíos resultan afectados.
Según la tradición, su cuerno tiene increíbles propiedades medicinales, pero sólo los brujos laceros están capacitados para obtener dicho cuerno. Para ello deben capturar a un camahueto en tierra con la ayuda de una soga hecha de sargazo, un alga marina. Mientras está inmovilizado, deben ser muy cuidadosos para obtener este cuerno, pues de cada fragmento que caiga a tierra puede nacer otro camahueto. Cuando obtienen su preciado cacho liberan al camahueto en el mar, donde poco se conoce de su modo de vida.
Las medicinas de camahueto deben prepararse cuidadosamente por un curandero especializado, para asegurarse de que estén bien cocidas y así evitar que crezca un camahueto al interior de la persona que ingiera el remedio. Sirven para todo tipo de males, pero especialmente aquellos que impliquen regeneración o aumentar la vigorosidad: fracturas, reumatismo, anemias, sistema nervioso, impotencia, entre otros. Según la versión del mito recopilada por Oreste Plath, si alguien ingiere un poco de la raspadura de este cuerno, se dice que está "encamahuetado", ganando algo de la fuerza y valentía del animal, pero también existe el riesgo de que se vuelva un poco rabioso y descontrolado.
El autor del libro Chiloé Mitológico, Bernardo Quintana, plantea que el origen de este mito puede estar ligado a los frecuentes y aparentemente espontáneos derrumbes de tierra que ocurren en la zona, ocasionados por las aguas que se van acumulando bajo tierra, entre otras causas naturales. Por otra parte, también llama la atención el valor curativo que se le atribuye a su cuerno, elemento muy común en varias culturas, lo que ha llevado a perseguir incansablemente a algunos animales mitológicos, y, lamentablemente, a otros reales, como el rinoceronte.
Sin duda, el camahueto tiene varios atributos que lo convierten una criatura única y muy ligada a las islas que le dieron vida, ayudando a configurar con su poder el mágico paisaje de la zona. Esperemos que una vez alcance el mar, el agitado espíritu del camahueto encuentre la paz...
¿Qué te parece la historia del camahueto?