Cuidados necesarios para un hámster

Los hámsters son quizás las mascotas más populares entre los niños, su pequeño tamaño y movilidad les llama mucho la atención. Pero no cualquiera puede tener un hámster, debemos asesorarnos bien antes de adquirirlos ya que muchas de nuestras conductas pueden afectar su vida y sobrevivencia.

En las tiendas de mascotas es común encontrar diferentes tipos de hámster:

1. Hámster común (Golden o Dorado): este roedor es el más grande que podemos encontrar, si bien se venden de un tamaño bastante pequeño, ellos crecen casi el doble de su tamaño de compra (15 cm aprox.). Por esto es muy importante considerar que el tamaño de la jaula más adecuada debe ser proporcional a su tamaño de adulto. Estos hámsters son muy estresables, los fuertes gritos, la música fuerte, sacarlos y apretarlos o ponerles cerca una mascota de mayor tamaño puede ser suficiente para afectar su calidad de vida y en algunos casos incluso pueden morir. Es por esto, que cuando adquirimos uno de estos pequeñitos es muy importante saber donde y para quién está destinado. Su valor comercial es muy inferior al gasto que genera formar su hábitat, ya que en el mercado existe una amplia variedad de juguetes, madrigueras, alimentos, arneses, etc. Los colores son muy variados, destacando el dorado, de ahí su nombre.
2. Hámster Ruso: este tipo de hámster es un poco más difícil de conseguir ya que es de un carácter más complejo. Son buenos para morder y cuesta mucho más domesticarlos. En cuanto a su tamaño, de adulto no debiera medir más de 6-8 cm de largo, por lo tanto considerado un hámster miniatura para los cuales existen jaulas especiales para su tamaño. Sus colores son principalmente gris con blanco y en algunos casos dorado con blanco.
3. Hámster Chino: el más adorable de los hámster. Muy dócil y de fácil manipulación. Al igual que el ruso es bastante pequeño. Pero es inconfundible ya que sus colores predominante son el negro y el blanco.

Cuidados Generales

• Deben vivir en jaulas diseñadas para ellos, ya que cualquier espacio puede ser ideal para escapar.
• Se debe poner viruta en la base de la jaula. Esto les entrega confort y comodidad, pero además es la mejor forma de absorber la orina y fecas. Se recomienda un aseo diario de la jaula o cada 3 días, dependiendo de la especie.
• Siempre debes considerar colocarles una rueda (incluso hay algunas que se utilizan fuera de la jaula). Son muy buenos para hacer ejercicio y así controlas el peso.
• Utilizar bebederos de botella es mejor opción que un plato con agua. El plato lo dan vuelta o cae viruta adentro.
• Mantener siempre su comedero con alimento, ellos dosifican lo que comen. Hay variedad de alimentos, lo importante es no alimentar sólo en base a semillas de maravilla ya que ese exceso de grasa puede ser perjudicial para su pequeño corazón. Idealmente mezclar con pellets que además permiten el desgaste de dientes. Les encanta la zanahoria!
• Estos roedores tienen crecimiento continuo de sus incisivos, por ello es muy importante proporcionarles trozos de madera para evitar que el crecimiento excesivo de sus dientes terminen generándole daño y no puedan alimentarse más.
• Son de hábitos nocturnos. Así que no es buena idea dejarlos en el dormitorio.
• Proporcionarles tubos plásticos o calcetines para esconderse les ayuda a disminuir el estrés.
• Deben vivir a temperatura ambiente. Mucho calor o mucho frío les hace mal.
• Pueden vivir solos o acompañados. ¡Siempre es mejor tener un amigo!, pero debes considerar que si son del mismo sexo pueden pelearse y si son hembra y macho se aparearán.

Estos adorables y pequeños animalitos son una muy buena opción como mascotas, son entretenidos, inquietos, juguetones y tiernos cuando logras domesticarlos, pero no debemos olvidarnos de su vulnerabilidad y conocer de antemano que debido a su rápido metabolismo y crecimiento no viven muchos años (en promedio 3). Al ser delicados, pequeños y requerir una cierta cantidad de cuidados, no son apropiados para niños muy pequeños, y los niños más grandes (10 años en adelante, por ej.) podrían tener uno, pero siempre bajo supervisión y cuidado de un adulto, recuerda que son seres vivos y no juguetes, y por lo tanto deben ser cuidados apropiadamente.