Uno de los gatos que siempre han llamado la atención por su elegancia y belleza, son los Siameses. Estos gatos provenientes de Siam, lo que ahora es Tailandia. Eran exclusivos de la realeza y tuvieron un papel tan relevante, que incluso durante los funerales eran protagonistas. Aquí se les ponía dentro de las tumbas, las que tenían un agujero especial y cuando el gato salía por ahí, se decía que el alma del Rey había muerto y había entregado al gato. Luego, se llevaba a la coronación del nuevo monarca, para que el Rey que había fallecido, pudiera "presenciarla".
También hemos visto a estos felinos, como mascotas preferidas de los malos de las películas o representando ellos mismos el papel de villanos. Esto se debe a sus movimientos y mirada, casi misteriosos y aparentemente impenetrables.
Los Siameses, son muy apegados a sus amos y no toleran pasar mucho tiempo solos. Son especialmente curiosos y prolíficos en el terreno sexual, por lo que los dueños deben armarse de paciencia durante este período o castrarlos para evitar los inconvenientes que esto trae.
Podemos encontrar distintas variedades en esta raza, por ejemplo: el tradicional o el moderno. El tradicional es esbelto, estilizado y musculoso. Su cabeza es triangular y tiene un hocico muy fino. Sus ojos son almendrados y oblicuos. Su pelaje es corto, brillante y suave y su tonalidad es pointed (una especie de café suave)
El siamés moderno en cambio, tiene todas las formas más redondeadas y compactas. Sus ojos son menos oblicuos que en el caso del tradicional y tienen un hermoso color azul.
Como su pelaje es corto, no necesita de cuidados especiales para mantenerlo.
Algo que debes cuidar especialmente, es el estado del plato donde le des la comida y el lugar donde se la pones, ya que son especialmente sensibles a los olores y si su plato no está aseado correctamente, o se encuentra cerca de la basura o su caja de arena, se negará a comer. Recuerda que es un gato de gustos nobles.