Los Pomerania son sin duda unos pequeños hermosos. Están considerados dentro de las razas toy (juguete) y son muy alegres y cariñosos con sus dueños, aunque se muestran desconfiados con los desconocidos. También se les llama Spitz enano alemán, o Lulú de Pomerania, debido al lugar de donde proviene. Sus antepasados eran perros de trineo, pero los criadores los adaptaron para la vida en la ciudad, por lo que llegaron a dejar su tamaño reducido de no más de 3,5 kilos, convirtiéndose en la raza nórdica más pequeña.
Estos pequeños, tienen una hermosa melena como de león, orejas pequeñas y erguidas y unos hermosos y vivaces ojos negros. La cola característica de esta raza, debe curvarse sobre el lomo y su pelaje es de dos capas espesas. La interior es densa y suave, la exterior en cambio, es lacia, larga y más áspera. El macho muda su pelaje una vez al año y la hembra sólo lo hace cuando tiene cambios hormonales, como por ejemplo, durante el celo o embarazo. Es muy importante cepillarlo diariamente para que no se le hagan nudos y es recomendable revisar periódicamente sus orejas y uñas, para evitar infecciones.
A pesar de su tamaño, son muy buenos guardianes y protectores de sus amos. Les encanta estar alrededor de ellos y ante cualquier cambio en el ambiente, se lo avisarán, ya que siempre están atentos.
Es muy importante adiestrarlos y socializarlos desde pequeños, para que no desarrollen un carácter agresivo, porque es muy territorial.
No es recomendable que interaccione con los niños, ya que es muy pequeño, por lo que puede sentirse agredido con facilidad, por el mismo motivo, tampoco se recomienda que comparta con otras mascotas, ya que es muy frágil.
Les encanta vivir en el campo y son muy longevos, con un promedio de edad entre los 12 y 16 años. A pesar de ello, pueden presentar diversas enfermedades, relacionados con sus caderas, ojos, colapso de tráquea, etc.
Por todo ello, en el caso del Pomerania es más importante aún que en las otras razas, el control periódico con el veterinario para mantenerlo sano.