Así cómo los humanos nos afectamos de resfríos o problemas respiratorios en algunas épocas del año, lo mismo puede ocurrir con nuestros perros. Los cambios bruscos de temperatura, la humedad, el frío excesivo, bajas en su sistema inmune asociado a estrés, agentes infecciosos, etc, pueden contribuir en la aparición de patologías respiratorias desde estornudos a asmas o neumonías que difieren en su gravedad y lugar del tracto respiratorio afectado principalmente.
Independiente de la causa que la genere, los síntomas pueden ser muy similares y por ende es muy importante estar atentos ya que el descubrimiento precoz de la enfermedad por supuesto nos entregará un rápido diagnóstico y un mejor pronóstico. Los principales síntomas que podremos observar son los siguientes:
- Tos: debido a algún daño o inflamación en la tráquea, por supuesto puede estar asociada a muchas otras causas como alergias, contaminación, etc. Por esto, la tos mayor a un día es la que debe ser revisada por un Médico Veterinario.
- Estornudos: se asocian a un problema en el pasaje nasal y puede ir acompañado de sangrado.
- Secreción nasal: también puede estar asociada a otras causas como alergias o contaminación. Si el problema es persistente y además se asocia a otro signo se debe consultar.
- Sibilancias al respirar (suenan como un sílbido): no se observan normalmente en los perros, por lo tanto su aparición es motivo de preocupación. Generalmente se asocia a problemas de los pulmones y bronquios.
- Dificultad respiratoria: se asocia a cuadros graves así que la consulta debe ser rápida.
- Jadeo excesivo: el jadeo es normal en los perros, pero un motivo por la que la frecuencia de jadeo se puede ver afectada es un problema respiratorio.
- Respiración rápida y superficial: se asocia a cuadros graves.
- Por supuesto a esto puede ir asociado, fiebre, decaimiento, anorexia (no quieren comer), vómitos, entre otros.
Una forma que nos permite evaluar si nuestro perro está respirando más rápido es tomar la frecuencia respiratoria. Esto lo podemos realizar contando las respiraciones que hace nuestro perro por minuto. Lo normal es que sean entre 10-30 respiraciones por minuto.
Es importante destacar que las razas de perros braquicefálicos (perros muy chatos) como los Bulldogs, Pugs, Boston terrier, Pekinés, etc son propensos a sufrir enfermedades respiratorias dado principalmente, por su condición anatómica. Las causas son muy variadas y de diferentes tipos, por ello, encontrar la causa exacta es imperativo para el tratamiento que se debe seguir.
Una de las enfermedades que afecta las vías respiratorias altas de perros de todas las edades es la Traqueobronquitis Infecciosa conocida como Tos de las Perreras. Esta enfermedad es causada por un complejo de virus y bacterias que pueden actuar secuencialmente. Esta enfermedad tiene una alta morbilidad, osea, afecta un gran número de perros y sus signos incluyen, tos seca y estridente (suena como si tuviera algo atascado en la garganta), tendencia a expectorar moco y puede haber secreción nasal mucosa. La anorexia, fiebre y depresión no son comunes salvo complicaciones, y en casos más graves puede derivar en neumonia e incluso muerte (los cachorros que aún no han sido vacunados pueden verse afectados por estos cuadros mas graves).
El tratamiento se asocia a evitar el estrés y agitación, en algunos casos se recomiendan productos que fuidifiquen las secreciones bronquiales, terapia de antibióticos y según el criterio del profesional glucocorticoides.
La prevención se asocia principalmente a mejorar las condiciones ambientales desinfectando periódicamente y mantener al perro alejado de otros potencialmente enfermos. Las primeras vacunas y revacunaciones anuales son muy importantes así controlamos además el distemper o moquillo que también se manifiesta con signos respiratorios.
Es importante considerar que las enfermedades respiratorias pueden ser muy variadas y su tratamiento dependerá de la causa que la genere, por lo tanto, nosotros como dueños jugamos un papel esencial en la detección del problema. Siempre debemos observar a nuestro amigo para así poder identificar cambios en su conducta o signos que pueden ser indicativos que se está cursando una enfermedad. Si tenemos dudas, nunca debemos dejar de consultar con nuestro Veterinario, ya que esto puede hacer la diferencia entre un cuadro de rápida evolución y uno grave con consecuencias incluso fatales. No desestimemos nuestros instintos y frente a la duda siempre preguntar,¡podemos salvar una vida!.