Puede que alguna vez hayas visto a estos gatitos, si es así, debes haber quedado enamorada al minuto, ya que estos felinos se hacen querer. Se trata de el gato Burmés. Es un tipo de gato doméstico que proviene de Birmania y son muy comunes también en Tailandia. Esta raza fue reconocida en Estados Unidos y Europa en los años 50'. Su aspecto es musculoso y compacto, sus ojos son muy expresivos y tiene un pelaje corto y muy brillante. Esta raza se puede encontrar en distintos colores, como dorado, café, azul, chocolate, lila, rojo y crema.
Su origen es muy discutido, pero el más aceptado, habla de un psiquiatra militar estadounidense que lo llevó de Birmania a San Francisco en 1930 y comenzó a experimentar haciendo cruzas, hasta lograr la pureza de esta raza; por lo que se considera el único gato "hecho en laboratorio". Podemos encontrar de dos tipos, "Americano" que es más robusto, e "Inglés", cuyo cuerpo es más estilizado y su cara, levemente triangular.
Se destaca por ser un gato extremadamente sociable, muy regalón, por lo que detesta que lo dejen solo por mucho tiempo. Son inquietos y les gusta mucho jugar con los niños y con otros animales.
Estos gatitos requieren del mismo cuidado que cualquier mascota y es recomendable cepillarlo una vez por semana, para conservar su pelaje sedoso y brillante.
Los Burmeses son muy buenos para comer, ya que son de talla mediana y gastan muchas calorías con sus constantes juegos.
Sin duda estos felinos, son altamente recomendados como mascota, ya que son dulces y cariñosos. Si te animas a tener uno, te vas a hacer su fanática.