Así como hay perros que se lucen en la playa y son capaces de disfrutar revolcándose en cuanto charco de agua encuentren, hay perros que harán lo imposible para huir de la hora del baño, no importa lo que hagamos ellos, solo quieren arrancar y refugiarse en el rincón más seco de la casa.
Les guste o no, bañar con relativa frecuencia a nuestros perros resulta importante, tanto para su salud, pues ayuda a evitar parásitos externos e infecciones, como para nuestra convivencia, ya que no resulta en nada agradable abrazar y acariciar a un perro hediondo y sucio.
Por lo anterior, es importante superar el desafío de bañar a nuestro querido can. A continuación, dejamos algunos consejos para pasar con éxito esta difícil misión:
1. Acostumbrarlo desde cachorro: hay especialistas que señalan que los perros tienen una predisposición natural al agua y que el rechazo del baño es producido por experiencias desagradables que hayan vivido. Por lo anterior, una de las principales formas de lograr bañar a nuestro perro con tranquilidad es acostumbrarlo desde pequeño, haciendo del baño un hábito divertido y agradable.
2. Temperatura del agua: muy pocas personas disfrutarán de una larga ducha fría y de seguro ninguna estará muy feliz quemándose a la hora del baño. Los perros son iguales a nosotros, tal vez algunos disfruten de jugar con la manguera en los meses de verano, pero si nuestro perro es de los que odian el agua, no será recomendable atarlo y manguerearlo en el patio, pues la fobia podría aumentar. Por esto, es importante brindarle un baño cómodo, con una buena temperatura del agua, que ronde los 37 a 39 grados, evitando utilizar agua en exceso caliente.
3. Evitar caídas: ¡a quién le gusta caerse en la tina! es importante evitar que nuestro perro se caiga durante el baño, lo que se puede hacer poniendo un fondo de tina plástico, que además, le otorgue una superficie más blanda y cómoda mientras se baña.
4. Un momento divertido: al igual que los niños disfrutan llevando todos sus juguetes al agua, una buena forma de trabajar la aversión de nuestro perro al agua, es haciendo de la hora del baño un momento divertido, con juguetes, recompensas y, si eres de los que comparte todo con su perro, metiéndote al agua con él -¡a mi me resultó!-.
5. Preferir baños de tina: el agua calma es recomendable para un perro con rechazo al baño, por lo que priorizar un baño de tina por sobre la ducha será importante para acabar con su temor. La manguera es mejor reservarla para perros amantes del agua.
6. Secado: muchos perros pueden temer al baño por el terror que les produce el fuerte ruido del secador al que lo asocian. Si tu perro se vuelve loco cuando intentas secarlo, será mejor que evites el uso del secador. Si es verano, qué mejor que secárselo al sol, si es invierno, prepara una pieza calefaccionada donde puedas cepillarlo y secarlo con toalla, de seguro será un momento muy grato para tu perrito.
7. Evita los castigos: por muy difícil que resulte bañarlo y logre sacarte de quicio en cada intento, evita enojarte, gritarle o castigarle, por el contrario, es importante que mantengas un buen tono de voz, otorgándole seguridad y cariño.
8. Usa productos especializados para bañarlo: los productos para humanos pueden ser muy fuertes para los perros, causándoles irritación y ardor, tanto en la piel, como en los ojos, esta puede ser una razón por la que odie tanto bañarse. Por esto, es importante utilizar productos especiales para perros, que no tienen un alto costo y son mucho más seguros para evitar intoxicaciones, alergias e irritaciones.
Sabemos que bañar a algunos perros puede resultar todo un desafío, pero con paciencia, es posible que logremos revertir esta situación y lograr que nuestro regalón disfrute del momento del baño.