La piel de los perros puede verse afectada por diversas patologías. Mucha enfermedades padecidas por los perros tienen como síntoma el debilitamiento de su pelaje, en otros casos, la presencia de parásitos o alergias, pueden provocar irritación cutánea, llagas y pérdida de pelo.
A continuación encontrarás algunas delas enfermedades que con más frecuencia afectan la piel de los perros:
1. Dermatitis alérgica por pulgas: es una de las enfermedades más frecuentes en los perros y gran motivo de consulta en las clínicas veterinarias. Se produce por una reacción alérgica a sustancias presentes en la saliva de las pulgas. Si nuestro perro presenta pulgas y observamos formación de costras y piel escamosa, principalmente, en espalda y patas traseras del animal, pérdida de pelo en las áreas afectadas y picazón, podemos estar ante este tipo de dermatitis.
2. Alergia alimentaria: existen alimentos a los que nuestro can puede ser especialmente sensible y producirle alergia. El principal signo es el rascado excesivo del perro, así como enrojecimiento de la piel y formación de costras. Existen algunos alimentos a los que los perros son más sensibles como aquellos ricos en proteínas.
3. Dermatitis por lamido: este tipo de dermatitis responde a diversas causas. Se trata de un lamido fuerte y constante, principalmente en patas delanteras, que lo lleva a causar irritación y heridas en la zona. Se puede producir por diversas causas como el aburrimiento, un trastorno obsesivo-compulsivo o presencia de ácaros, hongos o bacterias.
4. Tumores y quistes de piel: se producen principalmente -aunque no exclusivamente- en perros viejos, que superan los 10 años de edad. Los principales signos son la presencia de un bulto en la piel, producto de la acumulación de líquido o grasa, unido a enrojecimiento en la zona afectada. Estos síntomas pueden deberse a quistes sebáceos, tumores cancerígenos, melanomas (manchas en la piel), adenomas (pequeña protuberancia, similar a una verruga), por lo que el diagnóstico médico se hace urgente.
5. Piodermas: es una recurrente infección de la piel canina producida por la presencia de bacterias. Se puede contagiar al encontrarse en un ambiente contaminado o por una enfermedad preexistente que crea el ambiente adecuado para la proliferación de las bacterias staphylococcus intermedius. Los principales signos son la piel enrojecida y húmeda, con lesiones pegajosas que aglutinan el pelo del animal. Es más frecuente en verano y se puede agravar mientras más tiempo pase el perro afectado sin recibir el tratamiento adecuado.
6. Adenitis sebácea: aunque es extraño en la generalidad de los perros, en las razas akita, poodles y samoyedo existe una predisposición genética a esta enfermedad. Se trata de una respuesta inmune contra las glándulas sebáceas del animal. Los principales síntomas son alopecia (caída del pelo en una zona determinada), descamación cutánea y pelo opaco y quebradizo.
Un perro sano y bien alimentado, presenta siempre un pelo fuerte y brillante. Si el pelaje de nuestro animal se nota quebradizo, opaco, se cae en forma excesiva y observamos heridas en su piel, es importante estar atentos, revisar la calidad del alimento que le suministramos, optando por uno de buena calidad, y llevarlo al veterinario si no notamos mejora.