Si has visto un gatito que te recuerda a un leopardo en miniatura, seguramente se trata de un Ocicat. Esta raza, proveniente de Estados Unidos y debe su nombre a una contracción de dos palabras inglesas, ocelot (que quiere decir ocelote) y cat (gato), las que hacen referencia a su aspecto.
Para dar con esta raza, se hicieron varias mezclas entre tipos de gatos siameses, Mau egipcios y American Shorthair, y fue aceptada oficialmente en 1988.
Los Ocicat son grandes, llegando a pesar hasta 6 kilos. Son musculosos y de hocico ancho. Su pelaje es corto, pero denso y suave.
Las orejas de estos felinos, son muy especiales, ya que son grandes, muy móviles y tienen unos pelos que les dan aspecto de orejas de lince. Sus ojos son grandes, penetrantes y separados.
Estos hermosos gatos son muy juguetones y sociables, pero dominantes cuando se enfrentan a otros felinos, a pesar de ello, comparte muy bien con otras mascotas.
Si algo hay que destacar en los Ocicat, es que es extremadamente fiel a su amo. También es un padre excelente; incluso participa de manera activa en el nacimiento de sus cachorros. Se ha llegado a observar en algunos casos, que ayuda a cortar el cordón umbilical.
Llevándolo a su control periódico con el veterinario, no debiera presentar inconvenientes, ya que es una raza muy sana.