Todos los que tenemos animales en casa sabemos perfectamente que, cuando les llega la hora del baño, tenemos que hacer todo un "show" para que no se den cuenta de nuestras oscuras intenciones. Pero ellos no son tontos, nos conocen y de alguna manera "adivinan" lo que queremos hacer con ellos. Algunos se esconden, otros se resisten y hay que correr tras ellos, sacarlos de debajo de los muebles, arrastrarlos, y luego ponen caras tristes en la tina, tiritan, aúllan o maúllan (según el caso) e intentan escapar, como si fuese una tortura (para ellos que duda cabe que lo es). A continuación les traigo un divertido video que retrata aquellas situaciones por las que todos hemos pasado cuando nuestras intenciones no son otras que hacer que nuestros peludos compañeros huelan bien. ¡Diviértanse!
¿Qué les parece? A mí personalmente me parece que algunos dueños en el video no tienen mucha delicadeza ni psicología a la hora de bañar a sus animales. Recordemos que ellos no saben que es por su bien, por lo tanto bañémoslos siempre con cariño, hablándoles en el proceso con voz tranquilizadora para que se calmen.