A diferencia de los humanos, la grasa corporal en algunas especies de animales es totalmente saludables para ellos, sobre todo para los mamíferos marinos, que no sufren enfermedades cardíacas o diabetes por culpa de gran masa corporal, sino que los ayuda a mantenerse sin problemas en las heladas aguas donde viven.
Por ejemplo, a los elefantes marinos les permite alcanzar la "flotabilidad neutral", lo que significa que no flotan y tampoco de hunden en el agua, lo que les permite pasar más tiempo bajo el agua buscando alimento.
Un grupo de científicos determinó que los animales marinos que tiene una flotabilidad negativa o positiva, tienen una inmersión corta y de poca profundidad y no pueden cazas en el fondo del mar, como lo hacen otras especies.
Los elefantes marinos son capaces de acumular energía en forma de grasa durante la temporada de alimentos. Un macho adulto puede pesar más de 35 hombres, lo que bajan durante su temporada de reproducción en la tierra, donde hacen un ayunó que dura tres meses.
Estos animales también tienen los volúmenes de sangre más grandes de las especies que se pueden encontrar en el mar, y pueden llenarla con el 71% de oxígeno que necesitan para pasar largos ratos debajo del agua y se convierte en una de las bestias marinas que mejor bucean y a mayor profundidad
Estos animales tienen una acceso limitado a las aguas dulces, a pesar de que pasan gran parte de sus vida dentro del mar, y solo toman líquido de los alimentos que consumen, el resto del tiempo se las arreglan, ya que pueden generar casi un litro, por cada kilo de grasa que extraen de su reserva que tienen en sus cuerpos.
La frías aguas donde estos animales habitan, les permite tener una espectacular regulación térmica, pudiendo vivir en lugares donde las temperaturas rondan los 40 grados bajo cero, en esto la grasa juega un rol importante en la aislación del frío.
El exceso de grasa de estos animales los hace más aerodinámicos, lo que les permite ahorrar energía cuando nadan, la que se acumula con los coletazos que da cuando se transporta por el mar, maximizando su eficiencia en el nado.
A pesar de todos estos beneficios que les entrega la grasa, estos animales no están inmunes a las enfermedades coronarias, ya que según la BBC, diversos estudios han demostrado que la presión de las inmersiones profundas, pueden afectar al corazón de algunas especies marinas.