Los funcionarios del Parque nacional Yellowstone, en Estados Unidos, debieron sacrificar a una osa grizzli, después que le practicara un análisis de ADN, el que arrojó que atacó y mató a un visitante la semana pasada.
El ADN de la osa, afirmó que la salvaje animal se comió parte del cuerpo del fallecido y luego escondió los restos para seguir comiéndolo, un comportamiento que no es normal en una especie que está a cargo del cuidado de sus crías.
La vocera del parque, Amy Bartlett contó que "si un oso consume a un individuo, no se le permite seguir entre la población. Es un riesgo que no estamos dispuestos a correr".
Los cachorros que a osa cuidaba, también comieron parte del cuerpo, pero están en negociaciones para que sean trasladados a algún zoológico, para salvarlos del mismo final que tuvo su madre.
"Los cachorros se adaptan más fácilmente y no hay riesgo de que aprendan que los humanos son comida", agregó la funcionaria del parque que se hizo famoso en el mundo gracias a las aventuras del Oso Yogui.
La autopsia del hombre que fue atacado por la osa, arrojó que Lance Crosby de 63 años, murió por culpa del ataque que sufrió mientras iba caminando solo y sin el repelente para osos que recomiendan los guardabosques.