La ascitis felina es la hinchazón anormal del estómago de un gato producto de la acumulación de fluidos en su abdomen. La ascitis tiene diversas causas y podría estarnos alertando sobre una enfermedad peligrosa.
Es muy molesto para un gato padecer de ascitis. Se trata de una condición que empieza de forma sutil, pues podríamos pensar que la hinchazón abdominal se debe a sobrepeso, pero con el pasar del tiempo, observamos que el vientre del gato se expande de forma anormal, además, podemos observar síntomas como vómitos, inapetencia, debilidad, dificultad respiratoria, molestia al palpar la zona afectada y, en machos, hinchazón en la zona escrotal.
Cuando notamos los síntomas descritos en nuestros gatos, será necesario realizarle una serie de exámenes como análisis de orina, ecografía abdominal y remoción y análisis de fluido para observar la composición del fluido, además de la posible presencia bacteriana.
Principales causas de la ascitis
Como señalábamos anteriormente, la ascitis puede producirse por diversas enfermedades, algunas de ellas peligrosas:
- Inflamación al hígado: en ocasiones, el hígado presenta enfermedades infecciosas producto de parásitos y otros agentes tóxicos, como sigue trabajando, se empieza a deteriorar produciéndose su inflamación por retención de líquidos, siendo importante un diagnóstico y tratamiento veterinario para evitar que continúe avanzando la enfermedad.
- Hipoproteinemia: se trata de una disminución en las proteínas plasmáticas presentes en la sangre producto de diversas patologías como hemorragias o problemas hepáticos.
- Tumores: en gatos viejos, son comunes los tumores que afectan al hígado o al sistema biliar asociados a ascitis.
- Peritonotis infecciosa: es una enfermedad poco frecuente pero de gran mortalidad en gatos, se trata de un virus que invade los glóbulos blancos y que lleva al sistema inmunitario a inflamar los tejidos del animal, siendo la ascitis uno de sus síntomas.
El tratamiento para la ascitis felina, dependerá de la patología que la cause, del mismo modo, no existe una forma segura de prevención salvo los controles periódicos del animal.
Como se trata de una enfermedad asociada a peligrosas patologías, si notamos que el gato tiene una extraña hinchazón abdominal, es importante asistir cuanto antes al veterinario, para lograr determinar el origen de la enfermedad y tratarla en forma oportuna.