Llegó la hora de baño!!! Y que ocurre muchas veces…nuestro perro le tiene terror a este momento y algo que debiera ser una simple rutina se transforma en toda una osadía, que además de ser una experiencia traumática para el perro, lo es también para nosotros. Pero, cómo podemos revertir esta situación o cómo prevenir que ocurra?
Debemos tener en cuenta que el miedo al agua generalmente se asociará a un momento traumático vivido con anterioridad, ya que ellos naturalmente no debieran sentir aversión por el agua, por lo tanto nuestro amigo, con solo abrir la llave de la ducha asocia la experiencia vivida y actúa con temor y simplemente se niega a bañarse.
Esta situación puede manejarse, podemos volver a ganar su confianza tomando ciertos resguardos a la hora del baño. Este procedimiento está asociado al aseo del perro (ojalá realizarlo 1 vez al mes) y por lo tanto a su salud, por ello, no debemos evitarlo sino que tratar de superarlo.
- Lo primero es usar una apropiada comunicación verbal, ponernos nerviosos o enojarnos solo empeorará las cosas, lo mejor es acariciarlos y hablarles suavemente, esto les ayudará a relajarse.
- Evaluar las dimensiones del perro y el lugar del baño es importante. Perros cachorros o muy pequeños que se bañan en espacios muy grandes se pondrán más nerviosos, para esto puedes usar una palangana más pequeña que le entregará mayor seguridad. Si el tamaño de la tina y el perro son apropiados, podemos usar alfombrillas plásticas que evitarán que patinen alterando más los ánimos.
- Hay perros que sufren de claustrofobia (miedo a los sitios cerrados), por ello, una sugerencia sería dejar la puerta del baño abierta y así disminuir la ansiedad por esta causa.
- Otro punto importante es la temperatura del agua, debemos revisarla antes, ya que el agua muy caliente o fría puede no ser del todo agradable y fomentar aún más el trauma. Se recomienda una temperatura de 39 °C.
- Evitar el sonido de la ducha puede jugar a nuestro favor, más ruido, mayor alteración!!!. Podemos utilizar un recipiente para mojarlos de forma suave y silenciosa.
- Fijarnos que no hayan cosas que puedan caerse, como shampoo o acondicionadores, ya que es posible que al estar alterados se muevan más de la cuenta y boten todo lo que los rodea, aumentando el caos de la situación y favoreciendo el terror.
- Si hay más de un perro en la casa, entrar al amigo a la zona del baño puede disminuir la ansiedad y favorecer la situación.
- Utilizar su juguete favorito es una muy buena opción ya que asociará el baño a una situación de diversión y de a poco ganaremos su confianza.
- Y por último, una vez que logramos tener a nuestro perro limpio y con buen olor, darle un premio o snack para que asocie esta situación a algo positivo.
Es importante prevenir situaciones traumáticas desde cachorros, si consideramos estos tips, acostumbraremos a nuestro fiel amigo desde pequeño a ver el baño como un buen momento de aseo y diversión y realizarlo seguido (1 vez al mes) hará que se acostumbre y lo incorpore en su rutina.