¿Te ha pasado que alguna de tus mascotas se muestra exageradamente asustada ante alguna situación? Puede ser ante una tormenta u otros animales por ejemplo, que aunque no presenten una amenaza real le hacen huir despavorido y esconderse inmediatamente. Si es así estás frente a un caso de fobia, que es el miedo extremo e irracional ante situaciones de bajo riesgo. En este artículo te contamos sobre cómo se desarrolla este fenómeno y que puedes hacer para lidiar con ello.
Fobias comunes
El miedo forma parte del arsenal de herramientas de sobrevivencia con que contamos la mayoría de los animales por lo que es normal tenerlo ante situaciones de peligro. Sin embargo una fobia puede afectar negativamente la vida de tu mascota, incluso haciendo que se lastime a sí mismo o a otros.
Algunas de las fobias más comunes son a los ruidos fuertes, tormentas, vehículos, personas, otros animales e incluso al agua.
¿Cómo se producen las fobias?
Las fobias suelen ser producidas por situaciones desagradables anteriores que marcaron al animal. Sin embargo también es posible que los dueños traspasen su miedo frente a una situación, como por ejemplo una tormenta, donde su reacción genera intranquilidad en la mascota. Esto puede ser la semilla de una fobia sobre todo si es cachorro.
Hay animales genéticamente predispuestos a desarrollar fobias. En otras ocasiones se debe a la falta de sociabilización. También puede nacer de la falta de interacción con el estímulo que produce el miedo, por ejemplo si tu mascota nunca ha visto un camión es posible que la primera impresión le cause gran temor, dando inicio a una fobia.
Qué hacer y qué NO hacer si tu mascota tiene una fobia
Es recomendable entregar una sensación de protección al animal cuando se enfrenta aún estímulo al cual tiene fobia. Esto no quiere decir acariciarlo y mimarlo puesto que entonces se estaría premiando la conducta. Hay que mostrarse relajado y hacerle ver que no hay razón para estar asustado. Cuando notas que se le ha quitado el miedo se le puede recompensar con cariño y alguna golosina.
No se debe castigar a la mascota puesto que esto incrementará su miedo, reforzando su malestar. Si el animal busca refugio no se debe sacar del lugar puesto que se sentirá desprotegido y también incrementará su temor. Lo mejor es estar presente pero dejar que el momento de pánico se pase por sí solo. Ignorar el problema tampoco es una opción ya que es probable que la fobia persista e incluso se agrave.
Tratamientos
Si la fobia parece controlable entonces es posible que usted mismo la trate. El procedimiento más común consiste en la habituación, desensibilización y contracondicionamiento, lo cual se debe hacer en un periodo prolongado de tiempo y de forma muy paciente.
- Habituación: Consiste en acercar a la mascota al estímulo pero de forma muy sutil. Por ejemplo si es un sonido el que produce el miedo entonces puede grabarlo en un CD o celular y ponerlo a un volumen bajo hasta que se acostumbre.
- Desensibilización: Es similar al ejercicio anterior con la diferencia que hay que ir gradualmente aumentando la intensidad del estímulo, siempre cuidando de que no llegue al punto de asustar al animal. Durante estas dos primeras etapas es recomendable que el animal evite entrar en contacto directo con la situación que gatilla el miedo.
- Contracondicionamiento: En este punto en que el miedo está más o menos controlado se busca hacer que la mascota asocie el estímulo con algo positivo por lo que se expone al sonido o situación y se le recompensa con caricias y alguna golosina.
Si una fobia está instalada y fuera de control es mejor acudir a un veterinario para que determine un plan. Puede involucrar el uso de drogas, aunque no se debe medicar por cuenta propia puesto que pueden haber efectos secundarios. El profesional podrá indicarte las dosis adecuadas para evitar que le termines haciendo daño a tu mascota.
También hay tratamientos con feromonas que no tienen efectos secundarios. Por ejemplo se ha logrado sintetizar una feromona que emiten las madres de perros a sus cachorros para tranquilizarlos y que es percibida a cualquier edad.
Cualquiera sea el procedimiento a seguir es seguro que se necesitará mucha paciencia y voluntad ya que erradicar una fobia suele ser un trabajo largo y exigente. ¡Sin embargo si eres constante lo lograrás y tu mascota te lo agradecerá! Avanza paso a paso sin apurarte e irás notando que progresas cada día un poco más.