Cuando decidimos tener nuestro propio acuario, ¿debemos enfrentarnos a varias interrogantes, como de qué tamaño será?, ¿que especies de peces puedo tener?, ¿qué tipo de agua debo usar?. Esta última pregunta es esencial para poder formar un acuario exitoso donde los peces convivan en perfecta armonía con su entorno.
Es importante considerar que existen 2 tipos de sistemas que podemos mantener en casa: agua dulce y agua salada y dentro de los de agua dulce están los de agua fría (se mantienen a temperatura ambiente: koi y carassius) y agua templada (24-26°C: pez espada, guppys, molly, entre otros).
Para mantener peces, ya sea en agua dulce o salada se deben conocer algunos conceptos de calidad de agua que te permitirán mantener tu acuario en óptimas condiciones minimizando la contaminación del agua, la aparición de enfermedades y de plagas de algas.
La temperatura es un parámetro físico importante que está relacionado directamente con el oxígeno disuelto del agua, cuando la temperatura se eleva, la concentración de oxígeno disminuye (por la que es aconsejable mantener un aireador o difusor de oxígeno).
La química del agua incluye 5 factores importantes: pH, KH, GH, salinidad y ciclo del nitrógeno.
- pH: indica si el agua es ácida “agua blanda” (pH˂7), neutra (pH=7) o alcalina “agua dura” (pH˃7). Un cambio de pH repentino significa un cambio químico importante que puede ser muy estresante para los peces, por lo tanto, éstos deben evitarse y el pH debe mantenerse constante y estable en al acuario. La mayoría de los peces se pueden mantener sin problemas entre pH 6,5 y 7,5.Para modificar el pH, existen test de gotas en el mercado que entregan un resultado colorimétrico de fácil lectura e interpretación.
- Capacidad tampón (KH, alcalinidad): se refiere a la habilidad del agua para mantener estable el pH cuando se añaden ácidos o bases.El KH no afecta directamente a los peces, así que no hay ninguna necesidad de adecuarlo a una determinada especie de pez.La relación entre el KH y el pH es muy importante porque están íntimamente ligados. Por lo general un alza del KH implicará un aumento y estabilización del pH. Un valor adecuado de KH (3-4 en agua dulce), es fundamental para evitar una caída del pH sin que éste sufra oscilaciones.
- Dureza General (GH): se refiere a las concentraciones disueltas de iones magnesio y calcio, por lo tanto “aguas duras o blandas”. Ejemplos de peces de agua blanda y pH más bien ácido, son los discos, cardenales y escalares.
- Salinidad: se refiere a la cantidad total de sustancias disueltas. La medida de salinidad incluye ambos componentes GH y KH, así como también el sodio.Este parámetro es muy importante en acuarios de agua salada. En acuarios de agua dulce conocer el pH, KH y GH es suficiente.
- Amonio, amoniaco, nitrito y nitrato. Ciclo del Nitrógeno: esta es una de las fases más importantes de la química del agua en los acuarios. Cuando la materia orgánica se descompone (alimento no consumido, fecas de los peces y plantas muertas) se genera, entre otros, amonio (NH4+) o amoniaco (NH3), que fluctúan entre las 2 formas químicas. Son bastante tóxicos para los peces. En la naturaleza existen varias bacterias (nitrosomas) que consumen el amonio/amoniaco y como consecuencia de este consumo generan nitritos. El nitrito (NO2), es otro componente tóxico para los peces ya que se une a la hemoglobina de la sangre e impide su capacidad de transportar oxígeno (un signo es que los peces boquean aceleradamente en la superficie). Otras bacterias (nitrobacter) transforman este nitrito en nitrato (NO3), un compuesto menos tóxico, tolerable por los peces y aprovechable además por las plantas y algas. Los valores óptimos para el amoniaco y nitrito en el agua de nuestro acuario es 0. Para el nitrato el valor tolerable es de 10-15 mg/l (miligramos por litro). El amoniaco, nitrito y nitrato se pueden bajar con cambios de agua pequeños y frecuentes (10% cada día) y en el caso de los nitritos y amoniaco además añadiendo bacterias.
Conociendo estas medidas de calidad de agua podrás mantener tu acuario en perfectas condiciones sin alterar el bienestar de tus peces.
Recuerda!!!: para evitar que los peces se afecten por compuestos tóxicos, tu acuario debe estar en completo funcionamiento durante 21 días sin peces, en este período se formará una población de bacterias benéficas en la esponja del filtro y en la gravilla permitiendo mantenerlo químicamente estable. Una vez estabilizado el acuario, se recomienda realizar cambios paulatinos de no más allá de un 30% del agua. La frecuencia dependerá de la cantidad de litros que tenga tu acuario.