En la Universidad de Bristol, en Inglaterra, el investigador veterinario John Bradshaw, hizo un estudio que afirma que los gatos no reciben órdenes igual que los perros, por lo que siempre terminan haciendo travesuras.
Un claro ejemplo, es este gato que metió la cabeza en una sandalia y quedó atrapado, lo que se transformó en un éxito en las redes sociales ya que su dueño grabó el simpático momento, que podrás ver a continuación.