Dentro de las especies más comunes de roedores que existen se encuentran las ratas y ratones, los que se presentan como molestos y sucios huéspedes del hogar a quienes combatir. Tal vez, por esta razón, es que se suele dejar de lado una característica muy importante de los roedores, su inteligencia.
Así es, entre los roedores se puede encontrar especies muy inteligentes y ¡cómo no! si se trata de un grupo de mamíferos extenso, de los cuales se conocen alrededor de 2.800 especies.
En general, tienen una gran capacidad de adaptación a distintos ambientes, se reproducen rápidamente y tienen facilidad de aprendizaje es por esto que, varias especies de roedores se han domesticado para su empleo en distintos fines, ya sea como animales de compañía, consumo de carne o para realizar estudios.
Dentro de las especies de roedores más inteligentes podemos destacar:
1. Castor: son uno de los roedores más grandes que existen, pueden llegar a pesar 20 kilos. Tiene fuertes dientes, capaces de roer troncos. Patas y cola con la anatomía ideal para moverse rápidamente por el agua. Se le suele representar trabajando con un casco, ya que su capacidad de modificar el entorno sólo es superada por las personas. Así es, estos roedores originarios de Norteamérica, Europa y Asia, logran levantar embalses de gran tamaño en el lugar donde construirán sus albergues, con el fin de disminuir la corriente de agua. En este proceso, voltean un árbol con sus poderosos dientes, considerando incluso la dirección del viento. Refuerzan su construcción con ramas y barro, formando así una especie de adobe. Con este material, también construyen sus madrigueras, que cuentan con entradas sub-acuáticas, una despensa para la comida al nivel del agua y una especie de habitación a nivel de la tierra, con una salida de aire para la ventilación. Gracias a estas complejas construcciones, nuevas especies animales y vegetales aprovechan las favorables condiciones generadas, aumentando considerablemente la diversidad del lugar.
2. Jerbo: de gran parecido a las ratas, se diferencian de estas por tener un mechón de pelo en la cola y por sus colores, canela en el lomo y gris claro o blanco en la panza. Su cuerpo mide alrededor de diez centímetros y su cola suele tener igual medida. Son originarios de Asia y África pero, al ampliarse su uso como animales de compañía, se ha extendido su presencia en diversos países. Se dice que los jerbos son uno de los roedores más inteligentes conocidos. No desprenden olores fuertes, son dóciles y muy resistentes, por lo que no son difíciles de mantener. Necesitan un espacio adecuado, comida, agua y utensilios para mantener su actividad física.
3. Rata: pese a su mala fama, las ratas son animales muy inteligentes. Su presencia se extiende por -casi- todo el globo, solo el frío polar logra mantener estas regiones libres de su presencia. Su inteligencia y resistencia las hace difíciles de combatir como plaga pero, precisamente, estas características han propiciado su utilización en diversas investigaciones científicas, donde se ha demostrado su capacidad de solucionar conflictos para llegar a la comida, aprender caminos, elegir entre opciones y ayudarse entre ellas.
4. Ardilla: las ardillas han logrado ganarse la simpatía de los humanos por su belleza y habilidades naturales. Físicamente, se caracterizan por su gran cola, la que suelen doblar hacia arriba, sobre el lomo. Se ha demostrado que poseen una gran memoria y que son capaces de desarrollar técnicas para ocultar su alimento, el que almacenan con astucia para consumirlo en periodos de escasez.
5. Capibara: se trata del roedor más grande existente. Puede medir 1 metro con 30 centímetros y pesar hasta 65 kilos. Son originarios de las zonas húmedas de Sudamérica. Se instalan, preferentemente, cerca de ríos y pantanos. Es un roedor muy inteligente, que ha sido integrado como animal de compañía por muchas personas, que concuerdan en señalar que su comportamiento no dista mucho al de un perro. Son capaces de aprender, seguir instrucciones y responder a un nombre. Por naturaleza, gustan mucho del agua, donde pueden pasar largos ratos.
Ya lo saben, los roedores suelen ser animales muy inteligentes, con capacidad de aprender y un desarrollado instinto de supervivencia, que les lleva, en estado natural, a generar prácticas como la reserva de alimento y la construcción de complejas madrigueras.
Cuando son elegidos como animal de compañía, suelen ser dóciles y simpáticos, capaces de responder a su nombre y entretenerse con sencillos juegos.
Imagen CC Luis Beltrán