Un grupo de científico franceses, usaron a un cordero llamado "Rubi" para hacer un experimento genético, al que le implantaron el ADN de una medusa, para sorpresa de todo, este animal terminó en una parrilla.
Según lo que informa el medio francés Le Parisien, el resultado de la investigación hecha por el Instituto Nacional de Investigación Agrónoma de Francia, el animal había sido vendido como carne para el consumo humano, por un descuido de los funcionarios.
Luego de esta irresponsabilidad, el animal fue asesinado y faenado en un matadero de París y siguiendo por la cruel ruta de la carne, el cordero terminó amenizándole la fiesta un grupo de franceses que hacía un asado.
Los irresponsables que vendieron a Rubi arriesgan el pago de una millonaria multa, la que llega a los 84 mil dólares, lo que si se traduce a pesos chilenos, andaría cerca de los 53 millones.