Aunque hay quienes no lo entiendan, los animales en Chile tienen derechos estipulados ante la ley.
Se trata de la Ley de Protección Animal, que establece cuidados y obligaciones que deben cumplir las personas hacia los animales tanto domésticos, como aquellos utilizados para trabajar, como son los animales de circos, zoológicos, criaderos, entre otros.
Según la normativa, todo animal debe acceder a una alimentación adecuada, un espacio acorde a su tamaño y necesidades, se les debe brindar atención médica, controles y vacunas, se debe evitar su sufrimiento innecesario, sin reducir su movilidad con cadenas o encierro prolongado. En caso que un animal deba ser trasladado, se debe contar con un espacio seguro y que evite su malestar físico.
Una de las preocupaciones más recurrentes tanto para las personas como para los municipios, es la situación de los perros vagos, quienes pueden transmitir enfermedades y arriesgar a la población, por la posibilidad de ataques y mordeduras.
Según la ley, recae sobre el Ministerio de Salud educar a la población sobre tenencia responsable de mascotas y realizar campañas de esterilización masiva, aunque en la práctica, esta función suelen cumplirla organizaciones ciudadanas y algunos municipios comprometidos con los animales.
Si bien la ley contempla sanciones económicas y hasta cárcel para quienes ejerzan maltrato animal, las organizaciones de protección animal, insisten en que lo más importante es la educación de la población, a fin de evitar el abandono de mascotas, incentivar la esterilización y el cuidado hacia los animales.
Como señalábamos anteriormente, la ley también contempla a los animales utilizados con fines comerciales. Es obligatorio en estos casos contar con instalaciones adecuadas para los animales y seguras para las personas que trabajan con ellos. Esto aplica para circos, zoológicos, tiendas de mascotas, criaderos, instituciones educativas, establecimientos de producción industrial y laboratorios.
En el caso de la experimentación animal, está permitida siempre bajo supervisión de especialistas y evitando al máximo el sufrimiento del animal.
La ley de protección animal no contempla las corridas, hípica y rodeo ya que, al ser consideradas deporte, responden a otra normativa.
Además de la importancia ética del cuidado animal, es importante recalcar los beneficios de estas normativas para las mismas personas, que muchas veces son víctimas de enfermedades transmitidas por animales en estado de vagancia o ataques de perros, además de la responsabilidad que recae sobre personas que por amor a los animales, termina haciéndose cargo de la alimentación y cuidados de animales que viven en la calle.
Si se conoce un caso de maltrato animal, es importante denunciarlo, de ser comprobado, el animal será retirado a su dueño y se le brindará atención veterinaria. El responsable arriesga desde 61 días, hasta tres años de cárcel, además de multas que varían entre una a cincuenta UTM.
Independiente de las multas, es importante que quienes tienen mascotas o estén pensando en tenerlas, se encuentren conscientes de las implicancias, cuidados y costos económicos de tener un animal, pues la conducta irresponsable ha llevado a muchos perros y gatos a vivir en abandono, padecer enfermedades y sufrimiento.
Una vez que un animal es integrado a la familia, tiene el derecho legal de recibir cuidado y alimentación, y tiene el derecho moral de ser amado y cuidado.
Imagen CC Youssef Shoufan