No hay nada más tierno que un perrito y un gato jugando, comiendo o durmiendo juntos. A pesar de nuestras buenas intenciones, hay veces en que simplemente no se llevan bien.
Por esta razón, se deben seguir algunos pasos para lograr una buena convivencia, siendo lo ideal que ambos lleguen a la casa al mismo tiempo. Si no es posible, aún hay esperanza, pero sería bueno asesorarse por un especialista y empezar de apoco con las presentaciones, para que ambas especies se puedan acostumbrar el uno al otro.
Para la veterinaria, Constanza Stuart del especialista en etología clínica del Centro Integral de Comportamiento Animal (CICAN), lo más importante es que tanto el perro como el gato hayan tenido una buena sociabilización desde pequeños, es decir, que ambos estén acostumbrados a compartir con otros animalitos. De otra manera, será difícil que de grandes tengan una buena aceptación a la hora de convivir.
Ahora, si va a llevar una nueva mascota a la casa sería importante que siguiera los siguientes pasos:
1.- La integración debe ser gradual, permitiendo que se vean de apoco.
2.-El encuentro siempre tienen que estar supervisado por el dueño, ya sea con una correa o reja de por medio. Porque no sabemos cómo pueden reaccionar.
3.- Este proceso no es fácil, ni de un día para otro. Por eso ármese de paciencia y mucho cariño por sus animales.
4.- Es importante que cada animal tenga su espacio, separado del otro, para que así cada uno tenga su independencia.
Según la veterinaria, es necesario tener claras las necesidades de cada animal, así como también sus diferencias "los gatos, por lo general, son mucho más independientes y se apegan más a su territorio, mientras que los perros son mucho más sociales y se apegan más al dueño o al núcleo familiar".