Todos los que hemos tenido mascotas, sabemos el enorme lazo que se forma con ellos, cómo llegan a nuestro lado cuando estamos tristes o saltan de alegría al verte llegar. Muchas veces, podríamos decir que saben empatizar mejor con nuestros sentimientos que muchos humanos. Pero ¿sabías que los perros y otros animales podían ayudar en la terapia de personas con problemas de salud de distinto tipo?
La terapia con animales no tiene nada de nuevo, ya que durante toda la historia, los animales han sido utilizados con fines terapéuticos. Los griegos ya habían descubierto sus beneficios y usaban los paseos a caballo para aumentar la autoestima en las personas que tenían enfermedades incurables. Los egipcios, por su parte, decían que los animales eran capaces de curar diferentes afecciones. En el siglo XVII, el caballo era el encargado de colaborar en el tratamiento de discapacitados y de personas con enfermedades mentales, donde además se incorporó a los gatos, ya que decían que tenían la facultad de tranquilizar a los pacientes.
A pesar de los años que han transcurrido y los buenos resultados que se han obtenido, en nuestro mundo “moderno”, recién se está incorporando este tipo de tratamientos, como una “terapia complementaria de salud”, reconociendo su valor terapéutico.
Los perros han sido incorporados hace poco a la rehabilitación neuropsicológica y los resultados tienen muy contentos a los profesionales. El objetivo de este tipo de terapia es mejorar la calidad emocional y la seguridad de los pacientes que se encuentran deprimidos tras un accidente, enfermedades crónicas, un proceso neurológico, hospitalizaciones prolongadas, etc.
Los profesionales dicen que los perros hacen que los pacientes se sientan más tranquilos, seguros y que ayudan a mejorar su estado de ánimo. Por otra parte, ayuda a incrementar la actividad física y mejora las habilidades motoras, el equilibrio y la coordinación, por lo que son muy útiles en el caso de las personas con problemas físicos.
Otro atributo que se ha estado estudiando en el caso de las terapias con perros, es que ayudan a disminuir la tensión arterial y la frecuencia cardiaca, por lo que es una excelente terapia para personas con padecimientos cardíacos.
A pesar que el tener cualquier mascota ayuda a mejorar el estado psicológico de las personas, hay perros que están especialmente entrenados para desempeñarse en las labores terapéuticas, se trata de animales entrenados desde temprana edad y que no son agresivos, normalmente se utilizan razas como “Labrador Retriever” o “Golden Retriever”, ya que son perros muy dulces y fáciles de entrenar, ya que son capaces de seguir muy bien las órdenes y que son fieles por naturaleza. Su entrenamiento usualmente consiste en resistir de forma pasiva la manipulación, gritos, movimientos bruscos, tirones de pelo y otras interacciones que un perro normal no soportaría. También traen, tiran y empujan objetos. Además, a muchos perros de terapia se les enseñan trucos "de circo" para usarlos como motivación.
Si te interesa saber más acerca de este tema, te puedes dirigir a Fundación Canis, donde te entregarán toda la información necesaria para que puedas realizarla. También puedes preguntar al doctor tratante, ya que cada vez son más las personas que la están utilizando.
Imagen CC: Dortoka Berdea