Si tu mascota ya no quiere comer, duerme mucho o poco, responde inusualmente a las situaciones de estrés (se altera demasiado o nada), probablemente está sufriendo de depresión. Al igual que los seres humanos, los animales también sufren esta patología y debe tratarse con atención por parte de sus dueños hasta con el consumo de medicamentos. Especialmente perros, gatos y primates.
Lo primero que debes hacer para saber si tu gatito o perrito sufre depresión es observar su comportamiento tras alguna situación que haya afectado su rutina. El primer factor (directo) que afecta la salud emocional de nuestras mascotas es la separación o muerte de su dueño, o de algún compañero animal que frecuentara, otro factor, es el genético que puede acarrear desde sus progenitores.
En el caso de los primates, estos animales reflejan la depresión con la expresión de su rostro, indican algunos expertos.
Luego debes fijarte si tú animal continúa decaído por mucho tiempo. Si es temporal no debería pasar las dos semanas, de lo contrario es permanente. En los primeros días que tu mascota se encuentre deprimida no debes dejarlo solo: ayúdalo a comer si es necesario y sácalo a pasear aunque no quiera. También puedes incorporar compañía de otros animales. Si lo anterior no funciona, debe tratarse con un especialista.
¿Antidepresivos?
Aunque no lo creas, los animales también consumen medicamentos para combatir la depresión. Incluso en Estados Unidos, al menos 700 mil perros los estarían utilizando. Si la situación anímica de tu mascota le impide desenvolverse como lo hace habitualmente, lo más probable es que el veterinario te recomiende antidepresivos. El más común, Prozac, de la clase Inhibidor Selectivo de la Recaptación de Serotonina (usado en humanos).
En tanto, los niveles de ansiedad provocados por la separación de la mascota de su dueño y "amigos" son tratados con Reconcile
La depresión en las mascotas es tan seria como la de los humanos. Incluso puede que tu animal manifieste conductas suicidas como intentar rascarse hasta desgastar su piel y morir, y otros comportamientos que pueden causar su muerte. Cuida la salud emocional de tu mascota y preocúpate que esté siempre feliz.
Imagen CC Beverley Goodwin