Dócil, energético, amigable, valiente y despierto, así se define al pequeño Fox Terrier Chileno, un perrito que no alcanza a superar los 39 centímetros y pesar más de 8 kilogramos.
Una mezcla entre Europa y Chile
Proveniente de nuestro país, este canino apareció en la época colonial, cuando algunos inmigrantes españoles trajeron con sí algunos Fox Terrier de pelo liso (raza inglesa), quienes se cruzaron con perros autóctonos, el resultado: un pequeño perro de pelo liso y corto, conocido por su gran sentido de la limpieza.
Se adaptó a los fundos y, posteriormente, a una vida urbana que le asentó mejor a su carácter atento y vivaz. Además ayudó a ahuyentar los ratones que irrumpían en los hogares de sus dueños, convirtiéndose en un experto cazador de roedores (de ahí su apodo "ratonero chileno").
Imagen CC Pablo Pena
Este pequeño canino, se caracteriza por tener un pelaje corto y blanco, sumado a algunas manchas negras y cafés sobre su rostro y orejas. Al tener el pelaje tan corto y claro, se pueden evidenciar algunas manchas en la piel del Fox Terrier. Su dentadura es firme y bien desarrollada, por lo que un mordisco de este animal a otro más pequeño resultaría mortal.
Los machos tienen una altura de 32 y 38 centímetros, las hembras entre 28 y 35 centímetros; el peso de este perrito no sobrepasa los 8 kilógramos y no es menor a los 4 kilos en edad adulta.
Imagen Sebapoke21
Pese a ser un gran compañero y de gozar de un carácter adaptable y amigable, este perrito tiene algunas complicaciones con su personalidad: puede desarrollarse como un animal muy tímido, debido a su tamaño en relación con otros animales o, de lo contrario, puede transformarse en un can agresivo.
Respecto a sus defectos físicos, este perro está propenso a padecer displasia de cadera.