Toda hembra del reino animal tiene un ciclo reproductivo y otro en el que no lo está. Pese a ello, el anterior no se relaciona con el de la humana y poco tienen en común.
Como es de saber, las gatas tienen periodos en los que se encuentran fecundables, o sea que pueden quedar preñadas y su cuerpo está apto para tener crías. Pero estos ciclos se acaban una vez la felina alcanza la edad de 12 años (aproximadamente).
Aún así, las gatas no sufren la llama "menopausia". En realidad, lo que experimentan las gatas es un descenso de su actividad reproductiva y la capacidad del cuerpo para acoger crías en su vientre.
Imagínate: en edad gatuna, una gata con 12 años equivaldría a la de una mujer con 60 años. Es por ello que se considera esa edad como límite (por eso algunas gatas dejan de tener crías antes). Los afortunados que han logrado, incluso, que su mascota viva más de 20 años bien lo saben.
En tanto, las gatas no tienen menopausia. Ellas son poliéstricas estacionales, en otras palabras, su actividad reproductiva varía entre febrero a diciembre cada dos o tres semanas como media y, a una edad avanzada, sólo dejan de estar fértiles pero sí continúan en el ciclo.
Imagen CC Moyan Brenn