Una de las mejores formas de fortalecer la relación con tu mascota son las caricias y gestos de cariño. Cada uno de nosotros sabe cómo regalonear y hacer feliz a nuestros amigos peludos cuando se portan bien y obedecen nuestras órdenes.
Si eres de los que apapachas, acaricias, abrazas o incluso besas a tus mascotas constantemente, ¿te has preguntado alguna vez si le gusta realmente recibir ese tipo de cariño? Si a tu perro no le agrada es porque probablemente no has desarrollado una buena comunicación e interacción con él.
Entender lo que pasa a tu mascota es fundamental para motivarlo a establecer una buena relación. Si adquirió un carácter esquivo, gruñón o apático puede ser que no haya recibido la atención necesaria de tu parte, y eso ocurre cuando: los animales pasan solos por muchas horas en casa, sufrieron algún tipo de abandono, pasan más tiempo encerrados, no los sacan a pasear frecuentemente, etcétera.
Si observas que tu perro obedece a una de tus instrucciones felicítalo con cariños, caricias y un estímulo extra. Si se trata de un perro entrégale algún alimento que le guste, por ejemplo, un trozo de carne o una galleta para perros.
Si tu gato no acostumbra a interactuar contigo en forma frecuente, será muy difícil que lo haga si de un día para otro, decides acariciarlo y pueda quedarse relajado disfrutando del cariño físico. Para que esto no le ocurra a tu mascota, dedícale unos minutos de tu día para estar con él y pueda saber el cariño que le tienes, así reforzarás su estado de ánimo, disminuirás su estrés, se sentirá acompañado y muy querido.
La formación y el entrenamiento serán muy importantes para tu mascota. Si un animal no fue educado correctamente, lo más probable es que realice maldades, comportamientos inadecuados y no le interese recibir cariño. Se convierten en mascotas mimadas, obstinadas y posesivas. Tienen el control sobre sus amos y hacen lo que se le da la gana, a tal punto de que son ellos los que deciden cuando quieren tener algún contacto físico contigo.
Si quieres estrechar los lazos con tu mascota, fíjate cómo se comporta cuando recibe cariño. Si gruñe, te araña en el caso de un gato, te muestra los dientes o es inquieto evita ser invasivo con su espacio y trata de buscar otras formas para conseguir un tipo de interacción: sácalo a pasear, juega con él, enséñale algunos trucos, etc.
Imagen CC Raffaele Esposito