A veces, nuestras mascotas presentan vómitos y no sabemos si preocuparnos o no. La verdad es que puede ser desde un hecho aislado que no representa peligro, hasta un síntoma de un problema grave de salud, como por ejemplo, una insuficiencia renal.
Primero, es importante diferenciar si se trata de vómitos o de regurgitación. Frecuentemente nuestros peludos amiguitos pueden presentar arcadas por acumulación de pelos o algún elemento extraño que se hayan tragado. Sin embargo, hay que estar atentos cuando hay una expulsión violenta de comida desde el estómago, ya que esto puede estar indicando alguna enfermedad importante.
Si el vómito es ocasional, no es para preocuparse, ya que es una defensa de su organismo ante objetos extraños que pueda haber tragado o algún alimento que le haya hecho mal; pero cuando ya no es un hecho aislado, el perro se ve desganado y presenta diarrea, debe ser llevado inmediatamente al veterinario.
Es importante clasificar los distintos casos de vómitos en los perros. Estos son: Agudos ocasionales (aparecen de repente y no se repiten), agudos repetidos (puede ser síntoma de una enfermedad importante) o crónicos (se dan frecuentemente, por lo que se debe consultar al veterinario).
Cuando los vómitos son agudos ocasionales, puede ser provocado por ejemplo, por un cambio repentino en su alimentación o por algo que comió que le cayó mal. A veces, los alimentos secos, presentan dificultades para algunos animales al momento de digerirlos, por lo que es recomendable humedecerlos un poco o mesclar comida húmeda con seca.
Otro caso en que se pueden presentar este tipo de vómitos, es cuando estamos en presencia de parásitos. Cuando un cachorro tiene el vientre hinchado, su pelaje se ve opaco y no crece normalmente, pueden ser síntomas de que tiene visitantes en su intestino; en este caso, hay que tratarlos a la brevedad.
En el caso de los vómitos agudos ocasionales, el tratamiento es muy similar a lo que se haría con los seres humanos. Es importante que se mantenga hidratado. Hay que observar que el perro no esté decaído, en ese caso, el veterinario tendría que ponerle suero para que se recupere. Si esta no es la situación, es mejor suspender las comidas habituales por un día y luego, ir incorporándole de a poco su alimentación habitual. Si el problema persiste, debe recibir tratamiento médico.
Vómitos agudos repetidos: Éstos pueden presentarse debido a una obstrucción intestinal por un objeto que haya quedado atascado; hecho probable debido a que los perros muerden cualquier cosa. Otra causa, puede ser una torsión intestinal, que se produce cuando el perro ha comido abundantemente y se ha puesto a jugar de inmediato. En ambos casos, es muy importante consultar con un veterinario para que los revise, ya que si no se trata a tiempo, puede llevar a la muerte.
Vómito crónico: Esta condición se da cuando el perro vomita con frecuencia. Acá es importante descartar una alergia alimentaria, por lo que es recomendable cambiar (según las instrucciones de un profesional) el alimento que recibe el animal. Si se descarta esta causa, es muy importante que se le haga un buen análisis a la salud de nuestra mascota, porque puede tener distintas enfermedades asociadas, como por ejemplo, pancreatitis, parvovirus, úlceras, tumores, etc.
Como puedes ver, hay diversas causas posibles en el caso de los vómitos, por ello es imprescindible poner atención a los síntomas asociados, para saber el motivo y los pasos a seguir.
La hidratación no se debe hacer inmediatamente después de que el perro haya vomitado. Es mejor esperar un par de horas y hacerlo de a poco, para no provocarle más nauseas.
Imagen CC: David Lombardía