Un estudio realizado en la Universidad de Lethbridge, en Canadá, analizó el comportamiento de algunas especies de animales, para así llegar a una conclusión sobre la existencia de la homosexualidad en el reino animal.
En la investigación, se analizó a los macacos japoneses durante la época de apareamiento y se concluyó que no solo los machos están en la lucha por una hembra, sino que también son ellas las que buscan a alguien de su mismo sexo, lo que plantea la tesis de que existe la homosexualidad entre los animales.
En otras especies también se da que las hembras se sienten atraídas por otras hembras mientras están en celo, lo que es una conducta muy común en el reino animal. De hecho, no solo se da entre ellas, sino que también entre los machos.
En opinión del investigador Paul Vasey, solo algunas especies lo hacen habitualmente. Esta afirmación no sorprende a muchos, debido a la gran cantidad de documentación que existe al respecto.
Según la teoría de evolución por selección natural de Darwin, los genes se transmiten de generación en generación para que no se pierdan, lo que hace que cualquier animal que quiera relacionarse sexualmente, con otros de su especie y sexo, tendrá menos opciones de pasar a la siguiente generación.
Vasey, mientras estudiaba a los macacos japoneses, se dio cuenta de que con frecuencia había hembras que montaban a otras de su mismo sexo, mientras que los machos miraban con decepción al haber perdido su oportunidad.
Los chimpancés pigmeos son una especie que tiene sexo con mucha frecuencia, entre las incluyen algunas relaciones homosexuales, pero para ellos, estas prácticas sirven para mejorar las relaciones sociales entre su especie.
Entre las ovejas domésticas, puede haber un 8% de machos que prefieren a otros machos de un mismo rebaño. Esto es similar a lo que pasa con los humanos, que habiendo mujeres, prefieren a otros de su mismo sexo.
El neurocientífico Simon LeVay, quien también participó del estudio, plantea que el gen que produce la homosexualidad en las ovejas macho, podrían generar un mayor apetito sexual en las hembras, además de otorgarle más fertilidad. Como este gen se sigue transmitiendo a otras generaciones, seguirán habiendo machos que prefieran a otros de su mismo sexo en el futuro.
Las ovejas domésticas están criadas para producir hembras más fértiles, tal vez esta es la razón de la gran cantidad de machos con conductas homosexuales en los rebaños, pero LeVay asegura que los humanos son la única especie que verdaderamente gusta del mismo sexo.
Los animales en general usan el sexo para satisfacer necesidades, desde copular hasta lo social, por lo tanto, puede que nunca encontremos alguno en estado salvaje que sea completamente homosexual a diferencia del humano.
Fuente: BBC
Imagen CC triangulodelcafe