Los perros suelen tener una temperatura normal de entre 38 y 39,2 grados centígrados, pero hay ocasiones en que presentan fiebre por diferentes motivos: resfríos, infección de parásitos u otro tipo de enfermedad. Lamentablemente, no siempre tenemos a un especialista en casa para que note con facilidad si nuestro perro tiene fiebre o no, por lo que a continuación te contaremos cuáles son los síntomas a los que debes estar atento para poder ayudar a tu mascota en caso de fiebre.
Uno de los síntomas más evidentes y fáciles de notar que algo no anda bien, es su cambio de actitud; tu perro puede estar desganado y nervioso o, incluso, sin ganas de comer. Otro síntoma corporal del perro, que se da cuando las temperaturas son muy elevadas (+40° centígrados), son los temblores. Si tu perro presenta temblores (que no se deben a otras causas, como miedo) es necesario que acudas con urgencia al veterinario, puesto que podría ser grave.
Algo a lo que también debes estar atento y que puedes verificar sin mayor esfuerzo, es si tu perro tiene la nariz caliente y seca al tacto. Para esto es necesario que toques con tu mano su nariz por fuera. Los perros que están sanos tienen su nariz húmeda y fría. Si tu perro tiene la nariz caliente y seca, asegúrate que no es por otros motivos como estar mucho rato encerrado al calor (por ejemplo en un auto). Que los ojos estén más acuosos de lo normal o estén nublados, puede ser otro síntoma de que tiene fiebre.
La tos, el vómito y la secreción nasal, son otros síndromes de alerta. Si tu perro presenta estos síntomas, con los nombrados anteriormente, es bastante posible que presente fiebre. Si quieres asegurarte, puedes utilizar un termómetro desinfectado para medir su temperatura introduciéndolo por su ano de manera delicada, puesto que este proceso es muy invasivo para tu perro. Si tienes alguna duda sobre el estado de salud de tu perro, lo mejor es que consultes a un especialista.
Imagen CC Yornik