Hace un año que tengo a mi tortuga de orejas rojas, llamada Filburt. Fue la primera que llegó a mi casa, y ahora tengo dos más, Coco y Chiki. Las tres habitan en un tortugero de gran tamaño con todo lo necesario: filtro, calefactor, arena y rocas. Definitivamente, se han convertido en mis compañeras. Me agrada verlas crecer, jugar, comer y nadar.
A partir de mi experiencia, te puedo nombrar cinco cosas que identifican a los dueños de tortugas, ya sean acuáticas o de tierra.
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Cuando traes una tortuga a casa, por lo general, quieres tener más. Si es la primera vez que cuidas a un animalito de esta especie, comienzas con lo justo y necesario para que pueda vivir bien, pero luego te das cuenta de que necesita otras cosas. Los dueños de tortugas se encariñan con ellas, pero no dimensionan cuánto pueden llegar a crecer. Al principio, quería tener cinco tortugas de orejas rojas, pero ahora sólo me limito a tres debido al tamaño que alcanzan.
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Cuando vas a las ferias libres y en ella venden tortugas (por lo general las de orejas rojas) te acercas a verlas o a preguntar cuál es su precio. Además, te conmueves, ya que, generalmente, las tienen hacinadas en un tortuguero pequeño y en malas condiciones.
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Desmientes todo tipo de rumores cuando dicen: "eres más lento que tortuga". Medio en broma y medio en serio, afirmas que no es así. Las tortugas de tierra suelen caminar rápido y las acuáticas también. Estas últimas nadan rápido y cuando las dejas en tierra, se escabullen rápidamente.
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Si tienes una tortuga de tierra, de seguro es conocida por toda persona que visita tu casa. Sus dueños las sueltan y las dejan que circulen al interior del hogar, en el patio y otros lugares.
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Cuando vas a la feria o al supermercado, tienes contemplado comprar vegetales y frutas para tu tortuga de tierra. Incorporas en tu lista de compras zanahoria, lechuga, manzana, espinaca, acelga, entre otros. Y en casa, para que no se coman la comida de tu tortuga, la separas del resto. Sólo un dueño de tortuga sabe cuánto come y con qué frecuencia.
Si tienes una tortuga, seguramente te identificaste con lo que acabas de leer. A los nuevos dueños de estas especies, les recomiendo que se informen acerca de sus cuidados, alimentación, el alojamiento que necesitan, limpieza, prevención de enfermedades, y lo más importante, ¡cuánto crecen!