Se acerca la Navidad y como buenos chilenos que somos, aún hay algunos regalitos –por no decir todos – que no hemos comprado.
Es por esto que a muchos papás, tíos o abuelos, se les pasa por la cabeza regalar a los pequeños de la casa una mascota. Algunos lo hacen porque ellos mismos se lo han pedido, otros, para incentivar el sentido de la responsabilidad y cuidado a otro ser vivo, a los niños. Pero ¿es realmente una buena idea?
La psicóloga infantil, Aída Sepúlveda es enfática en señalar que todo depende del tipo de niño al que se regale una mascota: "Los infantes desde pequeños muestran su personalidad y los padres deben ser capaces de vislumbrar eso. Por ejemplo, sin ir más lejos, si es un niño que no cuida sus juguetes, los rompe o los deja tirados por ahí, en ningún caso se le debe regalar una mascota, porque perfectamente puede hacer eso con el animalito".
Bien es sabido que no basta con tener un perro, gato o cualquier otra mascota, sino que hay que invertir tiempo y dinero en su cuidado, llevarlos al veterinario cuando están enfermos y tener sus vacunas al día. Esto se debe considerar al momento de regalar una mascota.
En esta misma línea, el veterinario Alfredo Lizama, cuenta que ha tenido diversas experiencias de animales abandonados meses después de la navidad: "A veces para los niños la novedad es cuando el perro o el gato – que son los regalos más comunes – son pequeños. Ya cuando crecen, para ellos pueden perder la ternura y por esto, los dejan de lado o bien los abandonan".
"Con otros ejemplares, por ejemplo, pajaritos o hámster los niños se forman muchas expectativas y al ver que no juegan o no son graciosos, los dejan de lado, se les olvida alimentarlos y así pueden hasta morir", explica el veterinario.
Catalina González, es dueña de un pequeño refugio de animales en la Región de O’Higgins y cuenta que todos los años, aplican una especie de plan de contingencia para marzo y abril, por la masiva llegada de mascotas sin hogar, luego de haber sido un regalo de Navidad: "No podemos generalizar. Hay familias que se hacen responsables de los regalos que reciben – en este caso mascotas – pero casi siempre, y sobre todo cuando son animales inquietos, son abandonados y vienen a parar acá, nosotros los cuidamos y los damos en adopción”.
Por esto, ella concluye que lo mejor es no forzar a un niño ni a nadie a tener una mascota, ya que quien las quiera cuidar y tener, optará por la adopción.
Imagen CC Daniel Dudek