Si hay un perro que destaca por su elegancia, ese es sin duda alguna el Borzoi. Se trata de grandes perros de apariencia ligera y comportamiento reservado. Su aspecto y su historia, le han llevado a ser asociado a la aristocracia perruna.
La historia del Borzoi se liga estrechamente a la aristocracia rusa, donde se dice que era patrimonio exclusivo de los zares y nobles. No se sabe exactamente cuáles fueron sus orígenes ni su aparición en Rusia, aunque se presume que pudo provenir del lebrel egipcio y se tienen antecedentes de su uso en la caza de lobos y liebres, ya en el año 1200.
El máximo esplendor de esta raza, fue alcanzado de la mano del Duque Nicolás, quien fue un experto criador de estos perros. Al momento de estallar la Revolución Rusa, existían siete clases de Borzoi, luego de caer el zarismo solo sobrevivió el Borzoi Perchino, a quien conocemos hoy simplemente como Borsoi. Se le ha utilizado para la mezcla de nuevas razas, siendo los Collies sus descendientes más afamados.
El Borzoi pertenece a las razas grandes. Son perros de aspecto fino y largas extremidades. Son muy delgados, de cabeza alargada y estrecha, presentan un leve y característico monte en el hocico, entre los ojos y la nariz. Sus orejas son pequeñas y puntiagudas, se repliegan naturalmente hacia atrás. Su pelo es largo y ondulado, y puede ser blanco o presentar manchas pardas, negras, rojizas o atigradas. Llega a medir hasta 82 cm a la cruz, siendo levemente más pequeñas las hembras. Los machos pueden pesar hasta 48 kilos, mientras que las hembras alcanzan los 39 kilos.
En cuanto a su temperamento, se trata de perros muy inteligentes, fieles y tranquilos, aunque son desconfiados con los extraños y en extremo protectores de sus dueños. Por su temperamento calmo, disfrutan de pasar largas horas recostados; de ahí su fama de holgazanes, sin embargo, no se debe olvidar que, originalmente, fue un perro de caza, por lo que necesita espacio y actividad física diaria. Sin ir más lejos, la palabra Borzoi, alude a la rapidez con que corre, por lo que disfruta de paseos al aire libre, en lugares espaciosos, donde correr con libertad.
Quienes admiran la belleza canina, pueden encontrar en el Borzoi una inspiración, pero no todo es el aspecto físico. Como todo ser vivo, estos peludos requieren sus cuidados; se debe cepillar a diario su pelaje y muestran una especial sensibilidad con los productos anti pulgas y anestésicos.
Es importante brindarles una cama blanda donde dormir, pues desarrollan cayos y llagas con facilidad, como consecuencia del roce constante. Una de las enfermedades a las que es propenso, es a la torsión de estómago, que si no se detecta a tiempo, puede ocasionarle la muerte. Por eso, si se nota que el Borzoi se encuentra hinchado, inquieto y quejoso, es importante acudir al veterinario a la brevedad.
Ya lo sabes, los Borzoi son perros muy bellos y finos que, por su temperamento calmo y su inteligencia, resultan ideales para compartir y regalonear.
Imagen CC Merike Linnamagi