La displasia de caderas, es una enfermedad bastante habitual en perros y se presenta preferentemente, en algunas razas caninas como el Gran Danés, el Labrador, Pastor Alemán, San Bernardo, Boxer, Rottweiler, entre otros.
¿Qué es la displasia de cadera? Se trata de una alteración en el normal desarrollo de las caderas de los perros. Es una incongruencia entre la cabeza del fémur y el acetábulo, que es la cavidad de la cadera en que ésta encaja. Esta anomalía produce múltiples problemas, como el desgaste articular producto del roce constante o el desplazamiento del hueso del fémur desde su posición habitual.
La displasia, puede causar dolor y cojera en los perros, además, los puede propender a una vida sedentaria o una mayor irritabilidad en el caso de presentar dolor.
¿Cómo detectar la displasia en perros? Esta enfermedad se desarrolla a medida que los cachorros crecen, pudiendo hacerse evidente alrededor de los cinco meses de edad cuando al estar de pie, puede observarse un cierto "balanceo" de la cadera o la tendencia a juntar los talones; al correr, se puede producir un característico salto, con las piernas traseras tendientes a juntarse, asimilando el correr de los conejos; al estar sentados, se puede desplazar una de sus piernas hacia afuera.
Otras probables señales de esta enfermedad, puede ser un crujir al caminar, la irritabilidad y el sedentarismo, comiendo recostado o negándose a jugar.
¿Cómo prevenirla? Como dijimos anteriormente, la displasia de caderas es una enfermedad genética. Se presenta con mayor frecuencia en razas grandes y gigantes. Por esto, la mejor manera de prevenirla es evitar la cruza de perros que la presentan.
Pese a lo anterior, hay factores ambientales que pueden influir en su desarrollo, entre estos tenemos:
- Evitar el Sobrepeso: mantener el peso correcto del animal, ya que un peso muy elevado supone un mayor esfuerzo de los huesos.
- Suministrar el alimento indicado para su edad: mantener una dieta balanceada, otorgándole al cachorro todos los nutrientes que necesita para su desarrollo óseo y musculatura.
- Cuidar el ejercicio: un ejercicio demasiado exigente para los cachorros, puede desatar la enfermedad si el perro se encuentra predispuesto a contraerla. Conoce bien las opciones deportivas, antes de elegir cuál practicar con tu perro.
Si la displasia se encuentra en un grado leve, es probable que el perro la sobrelleve al fortalecer su musculatura con el crecimiento y siguiendo las recomendaciones del especialista.
El tratamiento para esta enfermedad, comprende antiinflamatorios para reducir el dolor y condoprotectores, para reducir la insidencia de la artrosis.
La fisioterapia puede incluir ejercicios terapéuticos, ultrasonidos, uso de láser, entre otras sugeridas por el especialista.
Independiente de los medicamentos, hay muchas cosas que se puede hacer para ayudar a un perro diagnosticado con displasia de cadera. Es recomendable mejorar el ambiente del perro, otorgando un lugar cómodo y cálido donde dormir. La natación es una actividad entretenida y aconsejable para perros que padecen esta enfermedad, pues reduce el dolor por el movimiento de las extremidades durante el nado y la reducción del peso corporal gracias al flote en el agua.
Imagen CC Arturo