Los gatos son, sin lugar a dudas, uno de los animales más independientes que podemos conocer. Sin embargo, son fieles compañeros para cualquier persona que los prefiera de mascota. Ahora bien, ¿Recuerdas ese mito que decía que las mujeres solteras viven con muchos gatos? Al parecer, no está tan lejos de la realidad.
Un estudio realizado por la Universidad de Viena, demostró que los gatos prefieren a las mujeres como compañeras de vida; ellos crean lazos fuertes con el sexo femenino y una de las principales razones es su voz. Este mismo estudio, reconoce que los gatos tienden a prestarle más atención a una voz aguda.
Los gatos de por sí son muy llevados a sus ideas, pero no creas que no te entienden ni te escuchan, de hecho, Dorothy Gracey, autora del estudio mencionado, declaró que los gatos no olvidan los favores que le dan y tienden a devolverlos más adelante. ¿Cómo? Con cariño y arrumacos.
Asimismo, la voz de las mujeres suena como un placer para los finos oídos de los gatos. Además, se asemejan mucho más al sonido que emiten las gatas. Esta es la razón por la que a ellos les genera mucha cercanía la voz de las mujeres. Un tono agudo, les da la sensación de que es un sonido conocido y les entrega comodidad.
Por otro lado, un estudio realizado por la revista especializada en animales, llamada Behavioural Processes, menciona que el apego de gatos y mujeres también se debe a otros factores como que las mujeres pasan más tiempo con ellos. y los acarician mucho más. También le conversan mucho, así que es más fácil para los felinos reconocer su voz en todo momento. A diferencia de los hombres, que son los que menos le hablan a sus felinos.
Esta misma investigación, estudió la cercanía de los mininos con sus amas cuando están embarazadas. Adivinen qué: los gatos pasaron muchas horas al día con ellas, de las que pasaban cuando no estaban en cinta. Los investigadores no entendían muy bien este comportamiento, pero en todos los casos estudiados, ocurría lo mismo.
Como puedes ver, los gatos nunca nos dejan de sorprender. Si bien, cuando llegamos a casa no se nos tiran encima para saludarnos, sí nos quieren a su manera. Además, nos prefieren a nosotras. ¿Qué te parecieron estos estudios?
Imagen CC Victor