Muchas personas cruzan a sus perritos. En especial cuando éstos son de la misma raza y quieren obtener versiones miniatura de sus mascotas. Este fue el caso de Coni, mi amiga que encontró una compañera a su simpático "perro salchicha", llamado 'Canito', los cuales quedaron encantados con tan sólo olerse. Pero el cruce resultó más complicado de lo que debería ser.
La perrita era 'Yayi', una Dachshund café, con sus características patitas cortas y amplias orejas, pareja perfecta para 'Canito', quien era igual a ella. Una vez que los perros se encontraron unidos - en plena relación - mi amiga junto a su pololo decidieron ir a comprar al supermercado, dejando a cargo al hermano pequeño de Coni para que los cuidara en su ausencia.
Cuando volvieron de las compras, Yayi y Canito no estaban. La desesperación invadió a Coni, quien buscó entremedio de los muebles y rincones de la casa sin tener mucho éxito. De pronto, el pololo de mi amiga se percató que los perritos enamorados estaban juntos a la mitad de la calle. Cuando los fueron a buscar, un vehículo pasó rápidamente y roza a Yayi impulsándola lejos.
Entremedio del susto, mis amigos alcanzaron a socorrer a Canito, pero su novia ya había huido demasiado lejos. Al rato, imprimieron carteles para buscar a la pequeña salchicha. Inevitablemente ofrecieron recompensa: tenían que recuperarla, si no, estarían en graves problemas. Y así fue, Yayi apareció en manos de una pequeña niña, que la encontró algunas casas lejos sana e ilesa.
Cuando llegó el ama de Yayi a buscarla, no se enojó tanto por lahistoria - que el hermano pequeño de Coni le contó inocentemente -, más bien se enojó un par de meses después, cuando descubrió que algún perro callejero había terminado la labor de preñar a su perrita en vez de Canito.
Lamentablemente, mi amiga no logró encontrar otra interesada para cruzar a su perrito - tampoco nunca más lo dejó a cargo de su hermanito - y creo que el pequeño salchicha nunca olvidará a Yayi y su interrumpida tarde de pasión.
Imagen CC Toschka