Las pulgas son insectos de seis patas, sin alas, oscuros (generalmente rojizo parduzco o café oscuro) que se alimentan de la sangre de sus huéspedes mamíferos como gatos, perros y ratones, incluidos los hámsters.
Se contagia, principalmente, cuando hay contacto directo con otros animales infectados, aunque también puede darse si echan o se están cerca de las cosas de mascotas con pulgas.
Este parásito externo mide entre 1,5 a 3,3 mm de largo y se caracteriza por sus largos y altos saltos, que pueden lograr gracias a que sus extremidades traseras son más largas y están adaptadas para brincar hasta 200 veces la propia longitud del pequeño chupa sangre.
Asimismo, su cuerpo está adecuado para desplazarse a través de las plumas o pelos de su animal anfitrión: es delgado, con pelos y espinas cortas dirigidas hacia atrás, duro y pulido para resistir el rascado y la presión, incluso la ejercida por los dedos humanos.
Ciclo de vida La pulga tiene un ciclo de vida de metamorfosis completa, que consiste en huevo, larva, pupa y adulto. Éste puede variar entre dos semanas hasta 180 días, dependiendo de la especie y de las condiciones medioambientales. Se divide de la siguiente manera:
Pulga adulta: La hembra adulta deposita, en su huésped, entre 15 y 20 huevos al día después de alimentarse de sangre (esto último provoca picazón). Puede llegar a poner 600 huevos en toda su vida.
La saliva de este parásito puede generar alergia en la mascota o prurito, provocando salpullido. Y a la larga, si el huésped se rasca mucho, puede generar heridas, infecciones y dermatitis.
Si una infección es muy alta, puede generar anemia y la muerte en animales muy pequeños. Asimismo, pueden transmitir otros parásitos.
Huevo: La mayoría de los huevos caen del animal, quedando en el suelo, muebles, camas, ropa, etcétera. Entonces, los huevos quedan por donde esté la mascota, esperando las condiciones para su siguiente transformación.
Como caen en cualquier parte, pueden perpetuar el ciclo de vida de la pulga, generando infestaciones difíciles de eliminar.
Larva: Entre 2 a 14 días los huevos eclosionan dando paso a las larvas. Ellas se esconden en cualquier hendidura y grietas del ambiente, generando que su eliminación sea casi imposible.
Dependiendo de las condiciones ambientales, puede demorarse una semana o varios meses en transformarse. Se alimentan de sangre digerida de las pulgas adultas, pelo, plumas y restos orgánicos de los animales.
Pupa: Dentro de un capullo tejido por la larva, la pulga en este estado se adhiere a las fibras: de las mascotas, de la ropa, hierbas o del polvo. Su adherencia puede significar que - a pesar de la limpieza diaria - no se eliminen, por lo que deberá utilizarse productos químicos especiales para cortar el ciclo de la pulga.
Además, posee una gran resistencia por estar envuelta en un capullo, dificultando su eliminación.
Se demoran entre 5 a 14 días en emerger en pulgas adultas o se quedan en reposo si el ambiente no es el óptimo.
Sin embargo, pese a lo difícil de deshacerse de estos desagradables 'bichos', lo importante es utilizar productos que eliminen las pulgas en todo el entorno al animal: ropa de cama, camas, muebles, alfombras y accesorios, periódicamente.
Por último, las pulgas pueden transmitir enfermedades como el tifus y la peste (en el caso de las pulgas de los ratones), por lo que hay que tener cuidado al notar una, ya que de ver una se puede sospechar de la existencia de siete.
Imagen CC Jesús Rubio García