Si estás pensando en tener un perro de esta raza en tu casa, es importante que conozcas su origen, sus comportamientos, defectos, virtudes y cuidados. La historia de el bull terrier se remonta en 1850 cuando fueron presentados como animales preparados para luchar y atrapar presas. En Inglaterra, este canino era ideal para el deporte relacionado con la caza de ratones.
Con los años, el apareamiento de estos animales ha tenido como resultado Bull Terriers blancos y de colores variados. Estos caninos se destacan por ser animales imponentes, fornidos, combativos, y entre sus aspectos físicos, poseen ojos triangulares, un cráneo plano en su parte superior, un pecho ancho, pelo corto y áspero, orejas pequeñas y delgadas y una cabeza con forma de óvalo.
Los Bull Terrier son animales activos, valientes y fieles compañeros. Pese a su temible aspecto, pueden llegar a ser muy cariñosos y afectivos. Sus amos saben que requieren contante supervisión y compañía, para evitar que comentan actos de destrucción en el hogar.
Para que se mantengan activos y libres de estrés, es vital otorgarles espacio de esparcimiento para que puedan jugar, correr y hacer ejercicios, siempre bajo las órdenes de sus amos. De esta manera, logran potenciar su inteligencia y fuerza.
Con respecto a la relación con las personas, es necesario el adiestramiento para que logren sociabilizar con los humanos, especialmente con los niños. No es recomendable que las familias con menores tengan como mascota a un Bull Terrier, puesto que pueden llegar a atacar cuando se sienten amenazados por los más pequeños de la casa. De todas formas, puede haber excepciones, si es que desde cachorros se crían con niños.
En cuanto al adiestramiento de los Bull Terrier, no es fácil darle órdenes con resultados positivos. Uno de los principales defectos de esta raza, es que se distraen y no hacen caso a lo que se le exige, debido a su agresividad y temperamento. Sin embargo, esto se puede evitar si reciben una educación adecuada desde pequeños, para que identifiquen los actos correctos dentro del hogar y obedezcan cada vez que se le dé una instrucción.
Los cuidados necesarios de un Bull Terrier consisten en brindarles un amplio espacio para su desplazamiento, ya que se trata de perros muy territoriales y llenos de energía. Requieren de una alimentación saludable rica en vitaminas y proteínas, de rutinas de actividades al aire libre y de un cepillado para mantener fuerte y sano su pelaje.
Ya que conoces a los Bull Terriers, ¡anímate e intégralo a tu familia! Recuerda que es importante que la crianza de un canino requiere responsabilidad, educación y tenencia responsable de parte de sus amos.
Imagen CC Javier Delgado Esteban