La anemia puede afectar a perros y gatos (y a todos los animales como cerdos, ovejas, caballos, cabras, etcétera). En palabras simples, la anemia es la disminución de los glóbulos rojos en la sangre. Es decir, el nivel de hemoglobina está por debajo de lo que es considerado normal y el oxígeno transportado hacia el cuerpo se ve reducido.
Esta enfermedad puede presentarse como consecuencia de pérdida de sangre; tratamientos médicos, como la administración de penicilina o la aspirina; vacunas; viajes; enfermedades previas o subyacentes, como la leucemia; algunos alimentos, como la cebolla; y exposición a venenos o sustancias tóxicas, como raticidas, metales pesados, plantas tóxicas, entre otros.
Sin embargo, en animales pequeños el exceso de parásitos como pulgas o garrapatas, al ser 'chupasangres', pueden generar el padecimiento.
¿Cuándo hay que preocuparse? Revisa si tu mascota tiene los siguientes síntomas, que son los más comunes:
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Palidez o ictericia (color amarillento, en pacientes con anemia hemolítica) en las membranas de los ojos (conjuntiva. Esas que están entre el párpado y el ojo y que puedes observar cuando abres los ojitos a tu mascota) y en la mucosa del interior de la boca y encías.
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Somnolencia y letargo excesivo
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Ritmo respiratorio y cardíaco acelerados
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Debilidad
Por ser una enfermedad que afecta a la sangre, se le debe practicar un hemograma (también conocido como examen de sangre). Por lo tanto, es necesario llevar a tu regalón al veterinario para hacerle el estudio y posterior tratamiento.
Para tratar la anemia, primero se debe conocer la causa:
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Si la anemia es producida por parásitos, hay que realizar la eliminación total y urgente de pulgas y garrapatas. Si estos bichos son internos, se debe comenzar con la administración de medicamentos.
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Si la enfermedad está provocada por la pérdida de sangre, se debe descubrir de dónde proviene la hemorragia y detenerla. Esto se puede hacer a simple vista, en caso de que se trate de una herida externa. Si el derramamiento es interno, lo sabrás observando sus heces y orina, en cambio si es microscópico, tu mascota deberá ser sometida a exámenes más exhaustivos. De ser necesario, deberá hacerse una transfusión de sangre.
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Otro ejemplo es la anemia producida por enfermedades autoinmunes, donde se utilizará la administración de inmunosupresores y corticoides, los que bloquearán la destrucción de los glóbulos rojos.
Finalmente, no está demás repetir que si tu peludo amigo presenta más de algún síntoma, debes llevarlo a un médico veterinario, quien te guiará en el mejor tratamiento.
Imagen CC Panos La