De todos mis perros "Luna" es la única hembra, quizás por eso es mi fiel compañera. No digo que con los otros no sea así, pero nuestra conexión es única, incluso desde antes que viviera conmigo.
La primera vez que la vi, fue en julio del 2012. Tenía una capa azul y recorría las calles de mi comuna. Cuando aparecía le hacía cariño y me seguía hasta la casa, si la pillaba muy lejos la traía hasta acá. Hasta que se fue a vivir al colegio que está en frente, donde las profesoras la acogieron muy bien y ella regalona, se acostaba en una sala a dormir y salía en cada recreo a jugar con las niñas.
Así estuvo durante meses, hasta que le llegó el celo y la pobre callejera, tenía una leva de diez perros durante casi dos meses, que no la dejaron en paz. Estaba sucia y hedionda. Gracias a la voluntad de la psicopedagoga del colegio -quien en su auto en vez de tener una silla de guaguas- tiene una caja para mascotas, la llevaron a esterilizarla. Quiso quedársela, pero ya tenía seis perros más. La trajo al colegio, de donde otra profesora se la llevó, pero la "Luna" se escapó y volvió al colegio sola.
Apareció una tarde en la puerta de mi casa, se dio vuelta y me mostró su panza. Aún tenía todos los puntos de la sutura y las patas con povidona yodada. Su cara era de "¿ahora me puedo quedar aquí?" Y así fue, pero progresivamente. Iba y venía del colegio y dormía en el patio, hasta que una noche de lluvia -a escondidas de mis papás- la metí en mi cama.
Blanca con su nariz café, me observa cada mañana cuando me levanto. Me espera afuera del baño o en el living, mi cama es su cama. Celosa, posesiva y manipuladora. Como una amiga o una hija, pero que no deja que nadie se acerque. Pilla, porque sabe cómo actuar con la gente y a quiénes no les agrada, no es muy simpática.
Anti hombres, porque le cargan, les ladra a todos ,menos a los de la casa. Coqueta, porque siempre se hace amiga de los perros machos moviéndoles la cola. Y regalona, porque cuando me acuesto, se echa muy cerquita mío, escondiendo su nariz bajo las frazadas.
Cuando me voy queda triste, cuando llego es la más feliz. A la palabra de mamá, sabe que soy yo y juntas, nos hemos acompañado mucho. Por eso vamos al parque o a comprar. Sabe andar en micro y correr sin correa.
La "Luna", no sé cuántos años tiene y su raza es la mejor, la rescatada. Se lleva bien con el "Sakin", a quien siempre le quita el cojín de la siesta. Es una desordenada, pero muy buena perra.