He tenido todo tipo de mascotas y, debo confesar, que los gatos no eran de mis preferidos, hasta que mi hermano trajo un gatito a la casa y por supuesto, me tuve que hacer cargo de él. Descubrí que había muchos mitos acerca de ellos: que eran sucios, que no les importaban sus amos, traicioneros. Todo falso.
El gatito, en primer lugar, que nunca se ensució dentro de la casa. Por el contrario, a pesar de que no se acostumbró a la cajita sanitaria, sí lo hizo en el jardín, donde acostumbraba a salir y hacer sus necesidades. Luego, antes de irse, las enterraba y olía hasta que no quedara rastro. Por otro lado, era sumamente cariñoso con todos y nunca rasguñó a nadie. Era un dulce compañero de toda la familia.
Después de haberme dado el tiempo para conocer a "gatillo" (nombre muy poco original que le puso mi hermano), comencé a ser una fanática de estos pequeños animalitos.
Dentro de los gatos, unos que siempre me han encantado, porque son unos verdaderos peluches, son los British Shorthair. Son simplemente hermosos, tienen un pelaje sedoso y unos ojos de colores intensos, que no dejan a nadie indiferente. Son más bien grandes de porte y su figura es redondeada, en especial la de su cabeza. Son robustos pero muy atléticos, lo que les permite ser un buen compañero de juegos para los niños, ya que su instinto cazador, lo hace muy juguetón, incluso en edad adulta. También tienen un carácter dócil y dulce, y están constantemente buscando mimos.
Los British Shorthair, suelen adaptarse fácilmente a cualquier espacio, por lo que no hay problema para que vivan en departamentos. Estos felinos, gozan de muy buena salud, ya que no hay enfermedades propias de su raza, por lo que se le deben entregar los cuidados básicos para una tenencia responsable de cualquier mascota, como por ejemplo, mucho amor, agua fresca, una buena alimentación, y sobre todo en primavera, un buen cepillado de su pelaje, porque es en esta estación que lo muda y podría atorarse con su propio pelo.
¿Sabes de dónde vienen? Esta raza de gatos es, quizá, una de las más antiguas. Sus inicios se remontan a la antigua Roma y algunas personas cuentan que los primeros, pueden tener algunas raíces chinas. Sin embargo, la tesis más difundida, es que sería una mezcla entre los gatos que llevaban los legionarios romanos a las Islas Bitánicas, que se habrían cruzado con las razas locales.
En el siglo XIX, Harrison Weir, estudió esta raza de gatos por primera vez en Londres, en 1871, donde compitió con los gatos Persa, Oriental, Angora, entre otros, arrasando en popularidad.
Este gato británico, casi se ve extinto durante las guerras mundiales. Para salvar la raza, se utilizó el mestizaje con gatos Persa, al que le debe su aspecto robusto y atlético. También a este hecho, debe su forma redondeada, sobre todo en el caso del cráneo y la intensidad en el color de sus ojos, que son muy redondos y separados de la nariz. Su cola es gruesa y su pelaje es especialmente sedoso y puede ser de una gran variedad de colores.
Estos "apretables amiguitos" van a hacer que hasta las personas que aún no son amantes de los gatos, se hagan todos unos fans.
Imagen CC Feliland