La leucemia felina, frecuentemente afecta a los gatitos callejeros y se transmite a través de la saliva, por lo que un sólo mordisco o lamida de un gato, puede contagiarla. Sin embargo, la enfermera María Torero parece no temerle a esta enfermedad y convirtió su hogar en un refugio para mininos que la padecen.
Eran más de 175 animalitos que vagaban por las calles y mercados de Lima, donde nadie se hacía cargo de ellos, ni si quiera el Estado. "La gente no adopta gatos adultos, menos enfermos terminales", afirma María, y a pesar de que los felinos la arañan cada vez que los inyecta, ella está decidida a entregarles la mejor "calidad de vida" posible, durante el tiempo que les quede de vida.
Esta dedicada enfermera, recogió en sólo una visita a un mercado de la ciudad, a sesenta mininos contagiados. "Los comerciantes les echaban lejía, agua hirviendo. Veían moribundo a un animal y es como si estuvieran viendo basura. No se ponen a pensar que el animal siente, sufre, llora, tiene dolor, frío o hambre igual que nosotros", explica.
De todos los felinos que alberga en su casa, "cada uno tiene una personalidad distinta", pero comparten un denominador común: la leucemia. Los animalitos fueron diagnosticados por veterinarios que ella misma debe costear, además de todos los otros cuidados que requieren, ya que sufren de anemia y sangran por la nariz, características principales que acompañan a este cáncer.
Muchas personas le han sugerido la eutanasia para los mininos, sin embargo María no desiste. "Esa no es mi función, soy enfermera, mi deber está con los gatos que no importan a nadie", aclara esta verdadera Mascotadicta.
En Perú no existen cifras oficiales sobre la cantidad de gatos en situación de calle, aunque María asegura que "deben ser millones". Tampoco hay mayor preocupación al respecto, puesto que es ella quien debe costear el tratamiento para los mininos, en parte con donaciones y el resto con su sueldo. "Vivo endeudada de la prestamista, que es la que más me quiere", cuenta esta enfermera que a la vez recalca: "Mi mejor entrega de amor y respeto se la doy en vida".
Fuente: Vida y Familia
Imagen CC Osmoon